Detuvieron a lisiado que siguió a tiros a su mujer
Fue en Bariloche y el iracundo se movilizaba en una silla de ruedas
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una patrulla de la comisaría 28 detuvo y desarmó a un joven discapacitado que se movilizaba en una silla de ruedas, y que momentos antes efectuó disparos contra su pareja, dentro de su domicilio y luego en la vía pública.
El singular episodio se produjo cerca de las 22 del lunes en el Alto de la ciudad, luego de que JPV, de 23 años, persiguiera a JR a balazos, tras una discusión presuntamente motivada por los celos del discapacitado.
La mujer, de 25 años, no resultó lesionada ni manifestó su voluntad de denunciar al joven, pero la trascendencia de los hechos puso en marcha la causa por abuso de armas.
Tenía 17 años
El acusado quedó lisiado al enfrentarse a tiros con la policía y recibir dos disparos, cuando tenía 17 años, y el 3 de diciembre de 2002 el fiscal Carlos López pidió que lo declararan responsable y lo eximieran de pena.
JPV recibió un disparo en la columna vertebral y otro en un pulmón, y a raíz de esas lesiones quedó parapléjico y con serios trastornos orgánicos.
El fiscal citó la circunstancia al entender que el imputado ya había sufrido la «pena natural», un elemento doctrinario que no está tipificado en el Código Penal, pero ya fue aplicado en otra oportunidad por la Cámara Segunda del Crimen, cuando debió sancionar a un joven ladrón que cayó de un cuarto piso y quedó tullido cuando trataba de escapar de la policía.
López expuso que la eventual pena que pudieran imponerle o el tratamiento tutelar que pudiera corresponderle a JPV serían ficticios, porque el joven no podía hablar y se movilizaba en silla de ruedas. «Seríamos desalmados si le impusiéramos una pena de prisión en esas condiciones, sobre todo conociendo las características lamentables de la alcaidía», argumentó López en su alegato.
El hecho ocurrió en noviembre de 2000, cuando el imputado acababa de asaltar un comercio y escapaba, pero un motociclista le avisó a la policía y un móvil policial alcanzó al taxi que transportaba a los delincuentes.
El menor disparó contra los uniformados desde la puerta trasera del taxi, luego se escudó detrás de un poste y se batió a tiros hasta que recibió dos balazos en el cuerpo y se desplomó.
Lo conocían como «El Loro», ya había sido juzgado por una tentativa de homicidio y estaba en «El Maruchito» de Roca.
Unos días antes del asalto lo trasladaron a Bariloche para responder por otros delitos, pero al llegar a la Terminal de Micros eludió a su custodia y se escapó.
En «La Pena Natural», el jurista Orlando Coscia explica «la innecesariedad de la sanción estatal ante la verificación de un sufrimiento mayúsculo en el sujeto activo del delito».
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una patrulla de la comisaría 28 detuvo y desarmó a un joven discapacitado que se movilizaba en una silla de ruedas, y que momentos antes efectuó disparos contra su pareja, dentro de su domicilio y luego en la vía pública.
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