Detuvieron a ocho sospechosos del secuestro de Echarri
El actor había entregado 200.000 pesos el martes a la noche. Ante la falta de novedades, la Policía hizo varios allanamientos. Recuperaron parte del dinero, pero la víctima sigue sin aparecer.
Tanto los investigadores como los allegados a la familia manifestaron su preocupación y angustia sobre el destino de Antonio Echarri, de 68 años, ya que pasaron casi 24 horas del pago del rescate y debido a su delicado estado de su salud.
Las ocho personas detenidas, dos de ellas mujeres, fueron apresadas en distintos procedimientos efectuados en el partido bonaerense de La Matanza y en la Capital Federal.
Los detenidos eran trasladados anoche a las divisiones de Investigaciones Complejas y Narcocriminalidad de Quilmes y Lomas de Zamora, para ser llevados a primera hora de hoy a los tribunales federales de La Plata, donde desde las 9 serán indagados por el juez federal Manuel Humberto Blanco.
Los investigadores policiales recuperaron al menos 70 mil de los 200 mil pesos -entre billetes moneda nacional y dólares- que habían sido pagados como rescate por el propio actor en la Capital Federal.
El pago del rescate se efectuó antenoche pasadas las 23.05 en la esquina de Hipólito Yrigoyen al 2.200, a sólo ocho cuadras del Departamento Central de la Policía Federal y a siete de la comisaría Sexta.
De acuerdo con las fuentes de la investigación, Pablo Echarri evadió a los periodistas que se encontraban apostados en la puerta de su casa y salió por una calle paralela a la de su casa en Pico 911, de Villa Domínico, de Avellaneda.
El actor salió escabullido dentro de un Volkswagen Gol color rojo de un amigo suyo y se dirigió de inmediato a Hipólito Yrigoyen y Pichincha, donde fue obligado a dejar una bolsa de consorcio en la que llevaba los 200 mil pesos, entre billetes de moneda en curso y dólares, exigidos como rescate.
Tras el pago, el joven regresó a su casa y aguardó impaciente la aparición de su padre junto a su novia, la actriz Nancy Duplaá, y el resto de sus familiares.
Sin embargo, las horas comenzaron a pasar sin que se recibieran noticias de Antonio Echarri y la angustia comenzó a apoderarse de todos.
Cerca de las 19 de ayer, es decir 20 horas después del pago del rescate, comenzaron a realizarse operativos policiales en distintas viviendas del sur del conurbano bonaerense y en la Capital Federal.
Allí, en pocas horas, fueron apresadas ocho personas, entre ellas dos mujeres, a quienes se le secuestró dinero que se correspondía al del pago del rescate.
Uno de los procedimientos se efectuó en Rincón 360, frente a una cerrajería, donde la policía detuvo a una mujer y un joven -presuntamente madre e hijo- dentro de un remis en momentos en que se dirigían a Lanús a comprar un auto.
Las fuentes policiales dijeron que en este procedimiento se secuestraron entre cinco y diez mil pesos que habían sido entregados por Echarri en el rescate.
Otro de los procedimientos se realizó en Pichincha al 100, también de la Capital Federal, donde fueron apresados dos hombres y una mujer, a quienes se le secuestraron unos 45 mil pesos.
También se allanó otra vivienda en la zona del Congreso y una casa en el partido de La Matanza, al sudoeste del conurbano, donde se encontraron otros 11 mil pesos.
Según las fuentes, algunos de los acusados del secuestro habían estado durante la madrugada festejando con champagne en un Bingo del barrio porteño de Caballito haber cobrado el rescate.
Los voceros dijeron que los sospechosos fueron monitoreados desde cerca desde el mismo momento en que se cobró el rescate.
Antonio Echarri había sido secuestrado el pasado jueves a las seis de la mañana, cuando se encontraba en su quiosco de diarios ubicado en la localidad de Dock Sud, partido de Avellaneda.
Pocas horas después, los secuestradores llamaron a la familia de Echarri y le exigieron un millón de dólares como rescate para liberar a su víctima.
Sin embargo, tras sucesivas comunicaciones se pactó un pago de dinero mucho menor (200 mil pesos), mientras que el actor solicitó en reiteradas oportunidades una prueba de vida, algo que nunca ocurrió.
Sólo en uno de los llamados telefónicos los captores pasaron una grabación con la voz de Antonio, en la que hablaba sobre un programa televisivo de ese mismo día.
Los investigadores confirmaron que los secuestradores trataron de eludir sin éxito a los pesquisas realizando llamados para pedir el rescate desde teléfonos públicos ubicados en distintos puntos de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires a la línea fija de la casa familiar de Villa Domínico.
Trompadas e insultos
BUENOS AIRES (Télam).- Vecinos agredieron anoche con trompadas y puntapiés los móviles policiales que trasladaban a una comisaría a una mujer y su hijo, detenidos en el barrio porteño de Congreso por el secuestro del padre de Pablo Echarri.
El hecho ocurrió en Rincón al 300, donde una mujer de 52 años y su hijo de 37 fueron apresados por el secuestro de Antonio Echarri.
Los vecinos insultaron a los detenidos y golpearon las carrocerías de los patrulleros.
Un testigo de la detención dijo a la prensa que el hombre apresado estaba asustado y que le secuestraron «muchos pesos» que guardaba en una mochila, aunque no pudo precisar la cifra.
Según el testigo, «policías de La Plata venían persiguiendo a estas personas que fueron apresadas en el interior de un remis Ford Galaxy cuando planeaban dirigirse a Lanús para comprar un auto».
«A la mujer la dejaron adentro de un auto con vidrios polarizados y al joven, que estaba muy asustado, lo interrogaron dentro de la ferretería», precisó el hombre que se negó a dar su nombre.
El testigo opinó que el detenido «es parte de la banda que secuestró a Antonio Echarri» y agregó que el chofer del remis «no tiene nada que ver con el caso». «Sólo lo tomaron en Rivadavia y Pasteur y le dijeron que manejara hacia Lanús», contó.
Intentaban despistar con los llamados
BUENOS AIRES (Télam).- Los secuestradores de Antonio Echarri negociaron el pago del rescate, mediante llamados que realizaron desde teléfonos públicos de distintos puntos de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires a la línea fija de la casa familiar de la víctima, en Villa Domínico.
Fuentes ligadas a la investigación informaron que para despistar a los investigadores, los captores optaron por llamar desde los más diversos puntos de Buenos Aires.
Por lo menos dos o tres comunicaciones se realizaron desde teléfonos públicos de la Capital Federal, mientras que hubo otras que se hicieron desde los partidos de Quilmes e Ituzaingó y desde la localidad de Del Viso, en la zona norte del Gran Buenos Aires.
En todos los casos los llamados fueron atendidos por Pablo Echarri, quien personalmente llevó adelante la negociación y dejó los 200 mil pesos, entre moneda nacional y dólares, en el lugar indicado por la banda.
Los secuestradores nunca pusieron a Antonio Echarri al teléfono y siempre se negaron al requerimiento del actor para que le dieran una prueba de vida.
La única vez que Pablo escuchó la voz de su padre fue el viernes pasado cuando, según las fuentes, los captores le pasaron una grabación en la que Antonio remitía a detalles de un programa televisivo emitido ese día.
La preocupación de los familiares radica en que Antonio Echarri padece una afección cardíaca y necesita tomar medicación para mantenerse estable, algo que había ocurrido durante su cautiverio, según dijeron los propios secuestradores.
«Necesitaba tomar dos pastillas diarias de una medicación de venta libre», dijo una fuente.
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