Días críticos depara el futuro
Un nuevo gobierno debe actuar rápido para evitar una guerra civil
KABUL.- Los próximos días podrían ser decisivos para el futuro de Afganistán y para el grupo terrorista de Osama ben Laden. Si el gobierno de amplia base propuesto por Occidente no toma forma pronto, el país podría caer otra vez en una sangrienta guerra civil.
Y si Ben Laden y sus aliados logran huir en el último minuto, es probable que su grupo Al Qaida prepare nuevos atentados desde otro lugar del mundo.
En todo lo que respecta a la guerra y la paz en Afganistán, Lakhdar Brahimi, enviado de Naciones Unidas, llama a actuar con rapidez. «Cuanto más tiempo perdamos, más poblemas podrían surgir», asegura.
Desde hace años Brahimi conoce a la Alianza del Norte y a líderes de la etnia pashtun. Lo que los une es su enemistad con los talibán. Pero si ahora surgen las viejas disputas y uno de los grupos se hace con el poder, la guerra y la anarquía podrían volver a reinar.
Especialistas en Afganistán creen que es una ironía de la historia que muchas personas tengan miedo de que se repitan ahora las circunstancias que llevaron a la victoria de los talibán en 1994.
Entonces, los grupos de muyahidines -armados hasta los dientes después de la retirada de los soviéticos- se repartieron el país.
El uzbeko Abdul Rashid Dostum tenía un pequeño estado en el norte, mientras que en el sur las milicias pashtun vivían como ladrones de caminos y asaltaban a los viajeros. En la capital, Kabul, se peleaban a su vez el tayiko Burhanuddin Rabbani y muyahidines como el pashtun Gulbuddin Hekmatjar, en luchas que dejaron la ciudad destruida.
La población -al menos en Kabul y en el sur, de mayoría pashtun- agradeció de corazón a los talibán cuando acabaron con este caos.
Sólo después la gente se dio cuenta de que estaba frente a un régimen terrible.
Ahora los viejos conflictos amenazan con retornar. Rabbani se trasladó a Kabul como «presidente», en contra de claros acuerdos al respecto negociados antes. Dostum quiere participar del poder, mientras luchadores chiítas de la etnia hasara, que viven en el centro de Afganistán, marchan a la capital para no permanecer al margen y los pashtun del sur dejan bien claro que no serán gobernados por la Alianza del Norte.
Es por eso que Brahimi quiere llevar a todos los grupos pronto a una mesa de negociación. Pero ya hay controversia acerca del lugar donde será el encuentro. Rabbani quiere recibir al mundo como presidente en Kabul, pero Brahimi se niega.
Entretanto cobra cada vez más importancia la pregunta acerca del paradero y el futuro de Ben Laden y los talibán. Los luchadores árabes y de otros países que resisten en Kandahar estarían vinculados con Ben Laden. Si se esparcen por el mundo o su líder logra escapar, podrían recomenzar sus actividades desde otra parte.
La situación de los talibanes es distinta. Unas tres cuartas partes de sus 50.000 milicianos eran desertores, por lo que se estima que en cuanto puedan desaparecerán dentro de los límites de Afganistán. (DPA)
Prisión en España para 8 extremistas islámicos
Madrid.- El juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón decretó ayer prisión incondicional para ocho de los 11 presuntos extremistas islámicos detenidos la pasada semana en España, acusados de pertenecer a la organización terrorista Al Qaeda y de participar en los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Entre los que deberán ingresar a prisión está Imad Eddin Barakat Yarbas, alias «Abu Dahdah», a quien la policía considera el representante en España de Al Qaeda, la organización terrorista de Osama ben Laden, señalada por Washington como responsable de los atentados en Nueva York y Washington.
También irán a la cárcel Luis José Galán González, alias «Yusuf Galán», Jasem Mahboule, Bassan Dalati Satut, Osama Darra, Mohamed Neetl Acaid, Said Chedadi y Mohamed Zaher Asade.
Los encarcelados fueron procesados por pertenencia a banda armada, falsificación de documentos y robo con violencia e intimidación, aunque todos negaron los cargos durante los interrogatorios.
Según fuentes jurídicas, existen numerosas pruebas documentales que indican que los ocho detenidos tuvieron distintos grados de participación en los atentados del 11 de septiembre. Además, afirman que «Abu Dahdah» era el líder de la «célula en la retaguardia» de Al Qaeda en España y que tuvo relación con algunos de los que prepararon los atentados en Nueva York y Washington.
Los indicios de los que dispone el juez para considerar que esta «célula» está integrada en Al Qaeda son conversaciones teléfonicas en clave entre Abu Dahdah y otra persona, que el juez califica de «premonitorias». Además, el teléfono del líder en España fue encontrado en un piso de Alemania, en la agenda de un compañero de uno de los terroristas suicidas.
Después de los atentados, el 26 de septiembre, ambos hablaron de que «las cosas estaban pésimas» y se preguntaron «si habían tomado la medicina de la malaria», a lo que «Abu Dahdah» contestó que estaba «un poco enfermo, que los médicos habían ido a visitar a un enfermo y querían visitarle a él también».
(EFE)
KABUL.- Los próximos días podrían ser decisivos para el futuro de Afganistán y para el grupo terrorista de Osama ben Laden. Si el gobierno de amplia base propuesto por Occidente no toma forma pronto, el país podría caer otra vez en una sangrienta guerra civil.
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