Días de espera por un lugar en primer grado

En Cutral Co aguardaron desde el viernes para anotarlos

CUTRAL CO (ACC) – Padres, familiares o vecinos «acampan» desde el viernes en al menos cuatro establecimientos primarios de esta ciudad para lograr una vacante a primer grado de sus hijos. Recién hoy cuando esté abierta la inscripción conocerán si consiguieron o no el lugar. En algunos casos, los directivos abrieron las puertas para que la espera sea en el interior del edificio.

Reposeras, sillas, frazadas y equipos de mate fuero parte del panorama que rodeaba a algunas escuelas de Cutral Co desde la noche del viernes. Las carpas tipo iglú coparon la vereda de la primaria Nº 152, -situada sobre la calle Alberdi en pleno radio céntrico- durante todo el fin de semana. Las inclemencias del tiempo que además del frío, incluyó hasta lluvia no melló el ánimo de los vecinos que con esta espera pugnan por asegurarles una vacante a sus hijos en 1º grado.

Aquí, la espera se hizo más difícil porque fue al aire libre, así que los más preparados llevaron sus carpas, pero quienes sólo contaban con frazadas o bolsas de dormir, debieron soportar las noches a la intemperie.

En el caso de la escuela primaria Nº 272, ubicada en Di Paolo, entre Santa Cruz y Chubut, la situación fue mejor porque los directivos no tuvieron inconvenientes en abrirles la puerta y dejarlos entrar. De este modo además de estar a resguardo del frío, pudieron utilizar los sanitarios.

«Vinimos el viernes a la noche porque una vez que había uno en fila, ya nos acercamos todos. Tal vez no lo hubiésemos hecho si existiera otro sistema pero por ahora queremos el lugar», dijo una de las mamás consultadas por «Río Negro». Aquí existen tres secciones de primer grado y dos de ellas están ya cubiertas por los hermanos de los alumnos que ya van a la escuela, los hijos de los docentes y del personal que se desempeña allí.

«Entonces los lugares que restan son muy pocos y a pesar de que por el radio me corresponde porque vivo en el barrio, si no hay vacantes me van a mandar a la otra punta del pueblo», subrayó otra mujer. Durante el fin de semana estuvieron adentro del edificio y se retiraron ayer antes de las 8 cuando se reanudaba la actividad escolar. «Nos comprometimos a limpiar los baños y todo el espacio que utilizamos para que hoy los chicos puedan empezar las clases sin problemas», dijo otra señora.

Aunque muchos familiares se turnaban para estar durante los tres días, en otros casos, la imposibilidad de permanecer por cuestiones laborales obligó a contratar a personas para hacer la fila.

Si bien se escucharon algunas críticas porque estos vecinos «cobraban» por guardar el lugar, en la mayoría de los casos, los ocasionales compañeros de espera, los defendieron porque «son muchachos que dignamente se están ganando el dinero que necesitan».

La incertidumbre de no saber con certeza cuántas vacantes quedan en cada uno de los establecimientos llevó a los papás a estar pendientes de los turnos. En la recorrida hecha por este diario, la situación se repetía en escuelas como las 137 y la 172 del barrio Parque Oeste.


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