Dictan preventiva por secuestro de mujer japonesa
Aragonés fue acusado de partícipe secundario. Las pruebas no alcanzan para considerarlo autor del hecho. Siguen buscando a uno de sus cómplices. El caso to
NEUQUEN (AN)- El juez Héctor Rimaro dictó ayer la prisión preventiva de Gustavo Andrés Aragonés, acusado de participar en el secuestro de una comerciante japonesa ocurrido en diciembre del año pasado. Aunque no se pudo probar que fue uno de los autores, el magistrado consideró que está involucrado en el hecho.
Aragonés (32 años) fue detenido el 12 de mayo pasado en un bar de esta capital. Tenía en su poder un revólver calibre 32 y una licencia de conducir falsa, y por eso también fue procesado. Se descuenta que su abogado defensor, Jorge Larrea, apelará ante la Cámara.
Fuentes judiciales explicaron cuáles fueron algunas de las pruebas que tuvo en cuenta Rimaro para dictar el procesamiento del único detenido por el primer caso de secuestro extorsivo que se conoce en la provincia:
• Horas después del secuestro, Aragonés le entregó a un sujeto llamado Mario Simón el Peugeot 306 que pertenecía a la víctima, y que le robaron en esa oportunidad. Supuestamente se lo dio para que lo vendiera como si fuera propio y le entregara la plata cuando pudiera.
• A partir del secuestro, por el cual se pagó un rescate de 33.000 dólares, Aragonés empezó a gastar dinero cuyo origen no pudo justificar. Compró varios vehículos y viajó a la provincia de Córdoba a presenciar el festival de Doma y Folklore de Villa María.
• Aragonés negó todas las acusaciones y ofreció pruebas de su inocencia, pero quedó demostrado que mintió al hacer su descargo.
• Por ejemplo, compró un automóvil en Necochea por el cual pagó 11.000 pesos al contado pero lo puso a nombre de otra persona. Lo explicó así: ese tercero le había prestado la plata, y tener el rodado a su nombre le garantizaba que si no devolvía el préstamo, se quedaría con la unidad. Pero citado a declarar, el testigo contó otra historia: dijo que el auto lo compró Aragonés con dinero propio, y que le pidió el favor de ponerlo a su nombre porque tenía problemas con la mujer.
• Dijo Aragonés que sus ingresos provenían de la venta de chivos que tenía a medias con un amigo en el paraje Santo Tomás, cerca de Piedra del Aguila. Pero el supuesto socio lo desmintió.
• El día del secuestro, Aragonés fue visto en compañía de otra persona identificada por el apodo de «Chiva». Desde el celular de este sujeto se hizo la negociación con el esposo de la víctima para que pagara el rescate. El «Chiva» está prófugo con pedido de captura.
Los investigadores creen que el imputado tuvo una participación más activa en el hecho (sospechan que fue uno de los autores), pero la mujer no lo identificó. Es que los secuestradores actuaron muy rápido y la encapucharon enseguida, por lo que ella ni siquiera acierta a describirlos.
Hay un solo testigo que vio a los delincuentes en acción, pero es pariente o allegado a Aragonés y su versión se toma con cautela.
También sospechan que Simón sabe más de lo que dice. Es el personaje que recibió el Peugeot de la víctima apenas horas después de consumado el secuestro, porque se lo entregó Aragonés. «Es imposible que no sepa de dónde salió ese auto. Hasta creemos que pudo participar en el hecho», confió un investigador. Por ahora, Simón está procesado por encubrimiento.
NEUQUEN (AN)- El juez Héctor Rimaro dictó ayer la prisión preventiva de Gustavo Andrés Aragonés, acusado de participar en el secuestro de una comerciante japonesa ocurrido en diciembre del año pasado. Aunque no se pudo probar que fue uno de los autores, el magistrado consideró que está involucrado en el hecho.
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