Diputados aprobó el presupuesto, incluyendo los superpoderes para el gobierno
Pese a las deserciones internas el peronismo impuso su mayor número.
BUENOS AIRES- El proyecto de presupuesto del gobierno, con los poderes especiales para el jefe de Gabinete intactos, consiguió ayer la aprobación de la Cámara de Diputados gracias al respaldo justicialista y al acompañamiento de un puñado de legisladores kirchneristas
La sesión del presupuesto sirvió para ratificar el poderío justicialista en la Cámara de Diputados, incluso a pesar de las deserciones internas que sufrió el bloque al votar la controvertida delegación de facultades para el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Las ausencias más notorias fueron las pro
tagonizadas por un grupo de duhaldistas encabezado por Hilda «Chiche» Duhalde. Igualmente, el Justicialismo impuso los poderes especiales por 118 votos a favor, sobre 96 negativos y 11 abstenciones.
Dos jornadas seguidas de sesión mostraron discursos para todos los gustos, críticas variadas y defensas acotadas.
Pero el tramo final de discusión concentró las ideas fundamentales que atravesaron el debate. José María Díaz Bancalari, el presidente de la bancada justicialista, por ejemplo, argumentó al cerrar la participación que el presupuesto «responde a una tremenda vocación por la obra pública concebida por nuestro gobierno como un motor de desarrollo» y justificó la delegación de poderes por la continuidad de «la emergencia».
Díaz Bancalari, aclaró que la iniciativa «no contempla superpoderes» y acusó a la oposición de «distorsionar con una falacia la discusión sobre el presupuesto que por segunda vez tendrá superávit».
En tanto, la disidencia dentro del justicialismo fue expresada públicamente por el diputado de la Ciudad de Buenos Aires Gerardo Conte Grand y el economista santafecino Oscar Lamberto, que respaldaron el proyecto en general pero votaron en contra de otorgar facultades legislativas al Jefe de Gabinete.
Desde el ARI, en un camino que el miércoles habían transitado otros legisladores, como Claudio Lozano (CTA) y Jorge Rivas (Partido Socialista), el jefe de la bancada, Eduardo Macaluse, acusó al gobierno de carecer de voluntad de «redistribuir el ingreso» y calificó los excedentes presupuestarios, los acumulados en 2004 y los previstos para 2005, como una «zona liberada» de recursos para el gobierno.
«Todo el superávit que se pueda reunir mediante subterfugios es para el pago de la deuda externa», acusó Macaluse.
La UCR prefirió criticar la entrega de facultades. Por ello, el presidente de la bancada radical, Horacio Pernasetti, calificó el presupuesto simplemente como «el peor en la vida institucional de la Argentina». Poco después el enojo lo ilustró el socialista Héctor Polino con sarcasmo cuando se preguntó «¿ por qué directamente no votamos un sólo artículo que diga que el jefe de Gabinete recaudará todo lo que pueda para disponer del dinero como le plazca?».
La cámara baja retomó por la mañana la actividad que había interrumpido antenoche. La escasez de diputados madrugadores permitió al presidente de la cámara, Eduardo Camaño,
tachar rápidamente una gran porción de los 47 anotados para hablar y avanzar hacia la votación en general, donde el PJ se impuso ampliamente por 147 votos a favor y 81 en contra.
A lo largo de la discusión en particular de los 97 artículos, la oposición chocó una y otra vez con la negativa oficialista a modificar el contenido del proyecto.
Entre las pocas excepciones figuró una propuesta del demócrata progresista Alberto Natale, que permitió subrayar en el presupuesto la necesidad de cumplir con las exigencias de transparencia de la ley de Obras Públicas al transferir fondos para inversiones en infraestructura.
El presupuesto fue ahora girado al Senado que intentará darle sanción definitiva antes de fin de mes.
Entre sus aspectos más relevantes, el proyecto de presupuesto contempla una pauta de gastos de 77.453 millones de pesos, un aumento de la economía del 4%, un superávit del 3,9%, y una inflación que oscila entre el 7 y el 10%. (DyN/Télam)
Pesificación ratificada
BUENOS AIRES (DyN) – En medio de la polémica judicial desatada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia y otros tantos de tribunales inferiores, los diputados ratificaron ayer el decreto del gobierno de Eduardo Duhalde que dispuso la pesificación de la economía argentina, sigilosamente incorporado en un artículo del presupuesto 2005.
La ratificación debe ahora superar la votación del Senado, que lo tratará antes de fin de mes. El decreto 214 de 2002 convirtió a pesos los depósitos bancarios en dólares, a una cotización de 1,40. A la vez pesificó a razón de un peso por cada dólar todas las deudas en moneda extranjera y creó el bono que buscó compensar la diferencia de cotizaciones.
El decreto había sido declarado en parte inconstitucional cuando la Corte Suprema falló en el pleito iniciado por la provincia de San Luis. La norma había sido firmada en su momento por miembros del gabinete de Duhalde que ahora integran la bancada de diputados justicialistas, como Alfredo Atanasof y Carlos Ruckauf.
El duhaldismo encabezó la «resistencia»
BUENOS AIRES- La entrega de poderes especiales a la Jefatura de Gabinete aprobada ayer en la Cámara de Diputados a través del proyecto de presupuesto reunió detrás del justicialismo a una llamativa coalición de diputados de Luis Abelardo Patti, transversales y frepasistas.
Así, con socios curiosos y otros previsibles, el PJ equilibró los 16 justicialistas que votaron en contra o se abstuvieron.
A la hora de votar el polémico artículo 11, el justicialismo y los «transversales» sumaron 118 votos, mientras que la oposición logró reunir 95 sufragios, en tanto que hubo 11 abstenciones -que correspondieron en su mayoría a legisladores del oficialismo- y 31 ausentes. Junto al grueso de la oposición votaron en contra de los poderes especiales los justicialistas María del Carmen Alarcón (Santa Fe), Juan José Álvarez (Buenos Aires), Roberto Basualdo (San Juan), Gerardo Conte Grand (Capital Federal), Oscar Lamberto (Santa Fe), Cristian Ritondo (Capital Federal), Humberto Roggero (Córdoba) y Leila Chaya (Salta).
A ellos es necesario sumar al grupo justicialista que optó por abstenerse, donde figuraron Hilda «Chiche» Duhalde (Buenos Aires), Alfredo Atanasof (Buenos Aires), Ángel Baltuzzi (Santa Fe), Graciela Camaño (Buenos Aires), Zulema Daher (Salta), Silvia Martínez (Buenos Aires), Oscar Rodríguez (Buenos Aires) y Carlos Ruckauf (Buenos Aires).
En definitiva, la votación exhibió la resistencia a las decisiones del gobierno de un núcleo duhaldista, que se mostró articulado con referentes de la vieja guardia del bloque, como Roggero y Lamberto, y menemistas, como Chaya y Ritondo.
Menos predecible resultaron los votantes que acompañaron al justicialismo. Allí coincidieron frepasistas como Nilda Garré con abanderados de la «mano dura» como Mirta Pérez, gran parte de los kirchneristas del bloque que encabeza el periodista Miguel Bonasso y fuerzas provinciales, como el Partido Nuevo (Córdoba), Proyecto Corrientes y Frente de Unidad (Tierra del Fuego). También apoyaron la cesión de facultades los transversales Daniel Carbonetto (MMTA) y Francisco Gutiérrez (Polo Social). (Télam/DyN)
Nota asociada: A más tardar el 24 sería aprobado en el Senado
Nota asociada: A más tardar el 24 sería aprobado en el Senado
BUENOS AIRES- El proyecto de presupuesto del gobierno, con los poderes especiales para el jefe de Gabinete intactos, consiguió ayer la aprobación de la Cámara de Diputados gracias al respaldo justicialista y al acompañamiento de un puñado de legisladores kirchneristas
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