Dirigentes cipoleños cuestionan “falta de gestión”
Excandidatos a intendente de la ciudad analizaron los primeros seis meses de Abel Baratti al frente del municipio. Creen que el gobierno local no termina de estructurar un plan.
CIPOLLETTI (AC).- El intendente Abel Baratti cumple seis meses al frente del municipio cipoleño, cuestionado por los dirigentes de la oposición que le achacan problemas para estructurar un plan de gobierno. Quizá porque pertenece al mismo signo político que la anterior gestión y porque debería conocer el funcionamiento de la ciudad ya que fue presidente del Concejo Deliberante, las expectativas eran mayores a los hechos que efectivamente pudo mostrar en este lapso. En la comunidad también prevalece la sensación de que se está haciendo poco. El conflicto con los empleados municipales por el aumento salarial, el escándalo por la aprobación de la tarifa nocturna de taxis, las diferencias internas por el porcentaje de aumento del boleto de colectivos, la parálisis de la obra pública y la deficiente recolección de residuos, fueron los hechos que marcaron los dirigentes opositores como las principales dificultades que enfrenta una gestión que cuenta a su favor con un Concejo Deliberante sin oposición. Baratti llegó al municipio como sucesor del actual gobernador Alberto Weretilneck y en la misma boleta que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La elección la ganó por tal mayoría de votos que ni siquiera la Unión Cívica Radical, que quedó segunda, pudo ubicar un concejal. Incluso, con este contexto favorable, el intendente no logra que el Deliberante apruebe el proyecto que envió hace más de un mes para aumentar la tarifa de colectivos. Las críticas comenzaron desde las primeras semanas. Primero porque a poco de asumir, la mayoría de los funcionarios se tomaron vacaciones y luego por la tardanza en estructurar el gabinete municipal. “La gestión tardó en arrancar. De movida se notó la complicación de enero que no había funcionarios. Si había dificultades financieras debería haberse puesto inmediatamente a trabajar”, analizó el excandidato a intendente por el ARI, Diego Vázquez. Y aunque reconoció que “es un gobierno nuevo con un gabinete sin experiencia en tareas ejecutivas”, aseguró que “ganó en septiembre por lo que tuvo tiempo de empezar a trabajar y a evaluar un plan de gobierno”. El ex concejal Lucas Pica también vio “un tardío aclimatamiento”. Cuestionó que está paralizada la obra pública, que hay un claro resentimiento del servicio de recolección de residuos y que no se avanza en la planificación urbana. “En el caso de los colectivos, el aumento propuesto resulta obsceno al bolsillo con relación a la calidad de la prestación. La gestión dijo que no es prioridad la reforma de la Carta Orgánica pero tampoco cumple la actual que prohibe el déficit que hoy es de 4 millones”, recordó el también candidato a intendente sobre las finanzas municipales. El Partido Socialista que propuso para gobernar la ciudad a Pablo Mastrobertti reconoció que “las dificultades financieras de la provincia condicionan severamente todos los proyectos que implican grandes inversiones” pero cuestionó que “no exista o no se explicite un plan de desarrollo de la ciudad” para hacer frente “a la emergencia habitacional, productiva y financiera”. También consideró “inadmisible” el déficit de las cuentas y que no se haga nada para modificar la Carta Orgánica.
CIPOLLETTI (AC).- El intendente Abel Baratti cumple seis meses al frente del municipio cipoleño, cuestionado por los dirigentes de la oposición que le achacan problemas para estructurar un plan de gobierno. Quizá porque pertenece al mismo signo político que la anterior gestión y porque debería conocer el funcionamiento de la ciudad ya que fue presidente del Concejo Deliberante, las expectativas eran mayores a los hechos que efectivamente pudo mostrar en este lapso. En la comunidad también prevalece la sensación de que se está haciendo poco. El conflicto con los empleados municipales por el aumento salarial, el escándalo por la aprobación de la tarifa nocturna de taxis, las diferencias internas por el porcentaje de aumento del boleto de colectivos, la parálisis de la obra pública y la deficiente recolección de residuos, fueron los hechos que marcaron los dirigentes opositores como las principales dificultades que enfrenta una gestión que cuenta a su favor con un Concejo Deliberante sin oposición. Baratti llegó al municipio como sucesor del actual gobernador Alberto Weretilneck y en la misma boleta que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La elección la ganó por tal mayoría de votos que ni siquiera la Unión Cívica Radical, que quedó segunda, pudo ubicar un concejal. Incluso, con este contexto favorable, el intendente no logra que el Deliberante apruebe el proyecto que envió hace más de un mes para aumentar la tarifa de colectivos. Las críticas comenzaron desde las primeras semanas. Primero porque a poco de asumir, la mayoría de los funcionarios se tomaron vacaciones y luego por la tardanza en estructurar el gabinete municipal. “La gestión tardó en arrancar. De movida se notó la complicación de enero que no había funcionarios. Si había dificultades financieras debería haberse puesto inmediatamente a trabajar”, analizó el excandidato a intendente por el ARI, Diego Vázquez. Y aunque reconoció que “es un gobierno nuevo con un gabinete sin experiencia en tareas ejecutivas”, aseguró que “ganó en septiembre por lo que tuvo tiempo de empezar a trabajar y a evaluar un plan de gobierno”. El ex concejal Lucas Pica también vio “un tardío aclimatamiento”. Cuestionó que está paralizada la obra pública, que hay un claro resentimiento del servicio de recolección de residuos y que no se avanza en la planificación urbana. “En el caso de los colectivos, el aumento propuesto resulta obsceno al bolsillo con relación a la calidad de la prestación. La gestión dijo que no es prioridad la reforma de la Carta Orgánica pero tampoco cumple la actual que prohibe el déficit que hoy es de 4 millones”, recordó el también candidato a intendente sobre las finanzas municipales. El Partido Socialista que propuso para gobernar la ciudad a Pablo Mastrobertti reconoció que “las dificultades financieras de la provincia condicionan severamente todos los proyectos que implican grandes inversiones” pero cuestionó que “no exista o no se explicite un plan de desarrollo de la ciudad” para hacer frente “a la emergencia habitacional, productiva y financiera”. También consideró “inadmisible” el déficit de las cuentas y que no se haga nada para modificar la Carta Orgánica.
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