Discutido ingreso de una nena Down en una escuela

CIPOLLETTI (AC).- Entre los papás de una nena portadora del síndrome de Down, las autoridades de una escuela pública de gestión privada y con intervención también de la supervisión local del Consejo Provincial de Educación, se ha planteado una dura polémica por la inclusión en el sistema escolar de la chiquita, de tres años de edad.

Los padres -José María Fabi y Viviana Romera- vienen bregando con todas sus fuerzas desde el 2003 para que el nivel inicial de la escuela de la mutual Estación Limay, pública de gestión privada, acepte a su hijita portadora de Trisona XXI o síndrome de Down, hasta la fecha con resultados infructuosos.

«Nuestra gran preocupación es que nuestra hija está primera en la lista para el 2005, y que ya debimos renunciar a su vacante del 2004 por la inacción y la falta de definición institucional respecto de su ingreso», dijeron los papás en un texto hecho público el pasado domingo en la sección Cartas de Lectores, de «Río Negro».

También pusieron de relieve los papás -que son socios de la mutual y que tienen otros hijos que concurren a ese mismo establecimiento- que «aunque la comisión directiva no lo quiera reconocer, Estación Limay es una de las escuelas inclusivas, dado que en el nivel primario ya está trabajando con psicóloga y con maestra integradora las «diferencias» en niños «normales» pero sin estigmas ni fenotipos visibles, como podrían ser los ojos rasgados de nuestra hija».

El clima está complicado en torno de este caso -que incluso puede ser testigo, según sea su resolución- que más de 100 papás se autoconvocaron para esta noche en el edificio escolar de calle Belgrano, entre Roca y San Martín, en el que funciona el nivel inicial y primario de la mutual, y sesionarán en asamblea, con la presencia de autoridades de la casa.

El presidente de la comisión directiva de Estación Limay, Anibal Tortoriello, reconoció la actitud de los papás respecto de la pequeña, pero dijo que la escuela no tiene la infraestructura humana ni edi

licia, al menos por ahora, para contener de la manera que corresponde a la nena, hecho que podría ocurrir más adelante. «Ese es un sueño que tenemos. Sería muy lindo pero por una actitud responsable ahora no podemos», sentenció Tortoriello, quien negó de manera terminante que la postura de la mutual respecto de este tema se relacione con alguna cuestión de índole discriminatoria.

Tortoriello, profundizando el análisis, dejó entrever que aún si hubiera alguna excepción con la pequeña, ese trámite dejaría abierta la puerta para que se reciban otros niños con discapacidades, enfatizando una vez más que la escuela no está preparada para una atención como la que requieren esos niños.

José Fabi indicó ayer a este diario que nunca lograron una respuesta escrita de parte de las autoridades de la mutual acerca de por qué no quieren aceptar a su pequeña, precisando que su último pedido al respecto, acompañado de su esposa Viviana, fue el 22 de septiembre pasado.

Mientras, Viviana Romera acudió ayer a la supervisión local del CPE, en calle Mengelle, a fin de realizar un planteo concreto en favor de la inclusión de su hijita en Estación Limay. Le indicaron que volviera con su niña, lo que hizo inmediatamente, y la chiquita comenzó a ser evaluada por el Equipo Técnico de Apoyo Pedagógico, según confirmó la supervisora Mary Perilli, evaluación que proseguirá hoy y posiblemente en la misma jornada haya algún tipo de pronunciamiento.