Divisiones hasta en el Tribunal Supremo

Son 5 jueces conservadores contra 4 considerados liberales.Es otra muestra de la magnitud del enfrentamiento partidario.Hoy deben definir en favor o en contra del recuento en Florida.

Washington.- La discordia política de las elecciones presidenciales de EE. UU. afecta hasta al Tribunal Supremo con una profunda división entre los cinco magistrados conservadores y los cuatro considerados liberales o moderados.

La fragmentación en el Supremo es otra muestra de la magnitud del enfrentamiento partidista generado en EE. UU. que alcanza a todas las instituciones del país y agrava la crisis política de las últimas cinco semanas.

De los nueve magistrados que componen el más alto tribunal de EE. UU., siete fueron nombrados por presidentes republicanos y dos por el demócrata Clinton.

Aunque considerados en su momento conservadores, los magistrados John Stevens y David Souter, nombrados por los presidentes Gerald Ford y George Bush, se han colocado en una posición mucho más moderada y hacen causa común con los liberales Stephen Breyer y Ruth Bader Ginsburg.

Antonio Scalia y Clarence Thomas, nombrados por Ronald Reagan y George Bush, son los dos jueces más conservadores y normalmente son respaldados por William Rehnquist y Sandra O’Connor, nombrados por Richard Nixon y Ronald Reagan.

El noveno juez, Anthony Kennedy, nombrado también por Reagan, suele inclinarse hacia uno u otro lado, pero en el caso “Bush versus Gore” se ha situado con el ala más conservadora.

Esta división ha quedado patente en muchos dictámenes en los últimos años, pero nunca como ahora, en la batalla legal por la Casa Blanca entre George W. Bush y Al Gore, es tan manifiesta la fragmentación del más alto tribunal de EE. UU.

“La mayoría de la opinión pública ve ahora al Supremo bajo el prisma partidista y eso, lógicamente, no es bueno. Le añade mucho más dudas sobre la legitimidad del nuevo presidente”, afirmó ayer el profesor Jonathan Turley de la Universidad George Washington.

Sobre el Tribunal Supremo de EE. UU. ha recaído ahora la última palabra para resolver la fiera batalla legal que Bush y Gore han desplegado por ganar la Casa Blanca.

Hoy, los nueve magistrados del Supremo escucharán a los abogados de los candidatos presidenciales en el caso “Bush versus Gore” que puede poner punto final a la saga de cinco semanas por el recuento de los votos en Florida.

La vista durará una hora y media y la mayoría de expertos coincide en que el Supremo mantendrá la decisión de suspender el recuento manual de votos en Florida, en contra de lo decidido el viernes pasado por el Tribunal Supremo de ese estado.

“Si no hay recuento, este será el final del camino”, dijo ayer David Boies, abogado de Gore.

Los abogados de ambos candidatos ultimaban anoche la presentación de sus respectivas opiniones ante la histórica sesión del Supremo del lunes.

No se espera que ninguno de los jueces cambie de opinión respecto a lo decidido el sábado y, en consecuencia, por un voto puede denegarse la decisión del Supremo de Florida en favor del recuento manual de un 45.000 votos.

“El dictamen de hoy será la última palabra. Será muy difícil ir más allá”, afirmó el senador demócrata Robert Torricelli.

Con la división de cinco contra cuatro en el Supremo han vuelto a surgir las dudas sobre qué tipo de legitimidad tendría George W. (EFE)

“Sin recuento de votos sería el fin”

El abogado de Al Gore, David Boies, rehusó ayer pronunciarse sobre si el candidato demócrata debe “conceder” las elecciones si hay un fallo adverso en el Supremo, pero dijo que “sin recuento de votos, sería el fin del camino”.

Boies dijo que, para que Gore pueda tener alguna posibilidad de ganar, su equipo de letrados tiene que convencer al Supremo de que levante el veto al recuento manual de votos en Florida.

La estrategia de los abogados de Gore ya está decidida y su informe de síntesis se presentó ayer ante el Supremo, antes de que hoy, tengan lugar las audiencias previstas ante la máxima autoridad judicial de EEUU, en Washington.

Está en disputa el recuento manual de votos que las máquinas no pudieron “leer” en Miami Dade y otros condados de Florida, autorizado por el Tribunal Supremo de ese estado.

La decisión, paralizada el sábado de modo temporal por el Supremo, beneficiaba al candidato demócrata a la Casa Blanca.

Boies, en sus declaraciones en televisión, no quiso pronunciarse sobre si Gore debería “conceder” las elecciones, dar como ganador a su rival Bush, si la decisión de los jueves es adversa.

“Yo no puedo decir que es lo que va a ocurrir”, respondió el abogado a las preguntas en ese sentido. (EFE)


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