Dolor en el adiós a las víctimas del Tronador

El jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, llegó desde Buenos Aires para presidir el homenaje a los militares que perdieron la vida el jueves en el cerro. Los suboficiales que sobrevivieron continuaban internados en el hospital de Bariloche.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un profundo y doloroso silencio frente a los ataúdes alineados y las lágrimas que bajaron por algunas mejillas fueron parte ayer de la ceremonia de despedida a los seis jóvenes soldados que murieron el jueves en el cerro Tronador.

El general Ricardo Brinzoni, jefe del Ejército Argentino, viajó desde Buenos Aires para presidir el acto, que estaba previsto para la mañana pero se realizó a las 17.30 por la demora del Juzgado federal en entregar los cuerpos.

También participaron del adiós autoridades locales, compañeros y amigos de los fallecidos, quienes fueron parte de una misa y donde se honró a las víctimas.

Por su parte, los dos suboficiales heridos en el accidente permanecían internados ayer en el Hospital Privado Regional y su estado era estacionarios. El más grave continua siendo José Roque Rubira, quien no presentó cambios neurológicos significativos y continúa con asistencia respiratoria mecánica. En tanto, Federico Tilli evolucionó favorablemente, pero continúa en observación.

Los accidentados rodaron por una pendiente helada cercana a la cima del pico Argentino del Tronador, de 3.100 metros de altura. Al estar encordados, la caída de uno arrastró a los demás. Todos participaban junto a otros 50 efectivos del curso estival de montaña dictado por los instructores del Ejército.

Brinzoni aseguró que la caída de la cordada que le costó la vida a los seis militares fue una fatalidad enmarcada dentro de los riesgos asumidos. «Tenemos conciencia del riesgo y en todo momento se respetaron los estándares de seguridad», señaló.

También reivindicó «el coraje y entusiasmo» del resto de los cursantes y de los operadores del helicóptero que efectuaron el rescate. Según el jefe militar, el luctuoso episodio del jueves es el primero de esa gravedad en la historia de la Escuela de Montaña con asiento en Bariloche «por la que han pasado 3.000 alumnos casi sin accidentes».

Sin embargo, llamó la atención que no estuviera en la rueda de prensa junto a Brinzoni quien ofició como jefe del curso, el capitán Pablo Rolando. Inexplicablemente al lado del jefe del Ejército se sentó el intendente Atilio Feudal, quien no recibió preguntas ni tuvo intervención alguna.

Las referencias de Brinzoni fueron lacónicas y poco precisas. En todo momento dijo que no podía decir más porque hay una investigación judicial de por medio.

No obstante, el general refirió que «había cuerdas de seguridad colocadas, tanto en el pico como en el filo de La Vieja» y confirmó que la caída se produjo cuando dos patrullas «ya descendían luego de haber alcanzado la cumbre».

Brinzoni se excusó de no haber dado los nombres de los fallecidos hasta 12 horas después del accidente porque antes debía comunicarlo a las familias. También rechazó las críticas por la reticencia a brindar información y se quejó de las interpretaciones de lo ocurrido que realizaron expertos en montaña por distintos medios.

«Nos duele que algunos aventureros sentados a 60 kilómetros elaboren teorías que sólo se van a saber cuando el juez termine su trabajo», dijo.

Afirmó también que el accidente «conmueve» a todo el Ejército y lo compromete «a ser más profesionales y esforzarse en un adiestramiento superior».

Pocas precisiones sobre el motivo real de la tragedia

Las respuestas técnicas sobre los posibles motivos del accidente recayeron sobre el teniente coronel José Hernández, proveniente desde Mendoza, y quien no estuvo en el lugar del accidente.

El experto se amparó un poco en el «secreto de sumario judicial» y otro tanto en no haber estado en el lugar para no explicar exactamente cómo se originó la caída que terminó con la vida de los miembros del Ejército.

No obstante, con buena voluntad y sólidos conocimientos técnicos, Hernández intentó explicar las causas de la fatalidad ocurrida el jueves.

Minimizó el hecho de que halla habido ocho personas atadas a una cuerda y argumentó que «esta técnica se usa en zona de glaciares».

Reconoció que la cordada de tres «es más ágil y da mayor velocidad, pero es sólo una técnica diferente».

Dijo que «es muy difícil saber qué pasó, pero dos posibles motivos de la caída pueden ser una ráfaga de viento o el «aflojamiento» que produce llegar a la cumbre y comenzar el descenso».

También supuso que el militar que se cayó podría haber sido el último de la cuerda, por lo cual sus compañeros no vieron el resbalón y fueron arrastrados hacia una caída de unos 300 metros. (AB)

El accidente conmovió al regimiento de Junín

JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- Dos de las víctimas del accidente ocurrido en el Tronador el jueves pasado eran oriundos de Junín de los Andes, donde la noticia conmovió a toda la comunidad.

El subteniente Gonzalo Sánchez formaba parte del Regimiento de Infantería de Montaña Nª 26 y el sargento Nelson Garrido del Grupo de Artillería de Montaña Nª 6, ambos con asiento en esta ciudad.

En esta última unidad del Ejército, ayer estaba prevista una ceremonia conjunta con miembros del Regimiento Nª 2 de La Unión, Chile, puesto que efectivos de ambas guarniciones habían llegado el miércoles pasado a la cumbre del volcán Lanín, en la primera ascensión conjunta de fuerzas de ambos países al coloso.

Pero el acto original cambió por completo.

«Aprovechamos la formación que habíamos organizado con el Ejército de Chile para rendir un homenaje al subteniente González y al sargento Garrido», indicó a este diario el jefe del GAM Nª 6, teniente coronel Eduardo Isasmendi.

La bandera a media asta, un minuto de silencio, y la indisimulada emoción de los compañeros de los montañistas militares caídos mientras el jefe de la unidad pronunció algunas palabras de homenaje, fue el marco de este acto.

«Le ocurrió a hermanos»

Los militares chilenos del regimiento de la Unión, se sumaron al homenaje por las víctimas de Junín.

«La montaña nos hace camaradas a todos por igual, deja de lado diferencias, nos hace sentir que esto les ocurrió a nuestros hermanos», dijo a este diario uno de los efectivos chilenos que participó de la ceremonia.

El jefe del GAM Nª 6, a su turno, agregó: «a nosotros nos da un profundo dolor la pérdida de dos camaradas, pero también tenemos la convicción de cuando se elige esta profesión sabemos que hay actividades que son riesgosas en las que se puede perder la vida, y es por eso que permanentemente nos entrenamos y capacitamos para superarlas».

Acotó que «el subteniente y el sargento que perdieron su vida lo hicieron cumpliendo con su deber, preparándose a través de su capacitación en montaña, para cumplir con sus funciones de la mejor manera, para ser mejores militares».

Entretanto, el jueves se vivieron horas de angustia en la comunidad juninense, al recibirse las primeras informaciones del accidente ocurrido en el cerro Tronador.

Hubo muchas expresiones de dolor cuando se confirmó que dos efectivos militares de esa ciudad figuraban entre las víctimas.

En Junín de los Andes están basadas dos unidades de montaña, y varios de sus integrantes formaban parte del grupo de más de 50 efectivos que realizaban el curso básico de montaña en el monte Tronador.

Al conocerse la identidad de los accidentados, la tensión contenida se manifestó en gestos de pesar, y en el acompañamiento a familiares, compañeros y allegados de los militares muertos.


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