Nervios de acero

En un artículo de su edición del viernes, “The Washington Post” asegura que ningún líder del mundo hizo tanto como el japonés Shinzo Abe para ganarse la confianza de Donald Trump. Abe ha sido un entusiasta defensor público de todo cuanto ha dicho Trump en materia política, especialmente en relación a Corea de Norte, una amenaza real para la seguridad de Japón. La relación personal entre ambos se forjó cuando Abe le regaló a Trump un carrito de golf dorado –como Menem, el golf y el color oro son debilidades del norteamericano– valuado en u$s 4.000 un día después de su victoria electoral, en noviembre de 2016. Como todos los aliados de Washington, Abe observa hoy perplejo la decisión de Trump de aplicar aranceles a las exportaciones de acero a los Estados Unidos (y acaso también el anuncio de un diálogo directo con el dictador Kim Jong-un).

Mauricio Macri haría bien en seguir esta saga. No son pocos en el gobierno quienes secretamente aún confían en las ventajas de la vieja relación entre Macri y Trump –también los unió el golf– para la “inserción inteligente” en el mundo, según la consigna de la política exterior. Nada indica que eso sea cierto.

El presidente Macri llamó a Trump el viernes y le pidió que exceptúe de aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de la Argentina. Representan apenas el 0,6% y el 2,3% de las compras de EE. UU. en cada rubro. El reclamo se había formalizado una semana antes, mediante una nota enviada al secretario de Comercio Wilbur Ross con las firmas del canciller Jorge Faurie y el ministro de Producción Francisco Cabrera. Ross estuvo en la reciente presentación del embajador argentino, Fernando Oris de Roa. Un gesto poco común. Ayer en el gobierno confirmaron a “Río Negro” que el secretario de Comercio, Miguel Braun, viaja en estas horas a Washington para negociar una salida.

Washington anticipó que Canadá (principal exportador de acero a EE. UU.) y México (el cuarto) no sufrirían imposiciones si aceptaran renegociar el acuerdo de libre comercio del bloque. Rodeado por obreros de la industria siderúrgica, el propio Trump dijo el miércoles que sería flexible en la aplicación de los aranceles a otros países aliados. Algo de eso le transmitió el viernes a Macri.

La siderurgia y el aluminio representan el 1,2% de las exportaciones argentinas. Es poco, pero fueron los sectores de mejor desempeño en las exportaciones de 2017 respecto a un año atrás. Según el Indec, las ventas de acero al exterior crecieron un 49% y alcanzaron los u$s 686 millones. Su principal mercado fue EE. UU., donde se vendieron u$s 212 millones de dólares. En el 2017 las ventas de aluminio también crecieron, un 28%. 495 millones de dólares se colocaron en EE. UU. Total: ambos rubros venden a EE. UU. por u$s 707 millones.

Estados Unidos es el segundo destino de las exportaciones argentinas. Las ventas apenas crecieron en 2017 (0,1%), pero las importaciones subieron un 9%. El déficit aumentó un 25% en 2017 y alcanzó los u$s 3.100 millones, sobre un intercambio total de unos 12.000 millones de dólares.

Con la aplicación de aranceles de 72%, Trump oficializó en enero el cierre del mercado para el biodiésel argentino. Nunca hubo verdaderas esperanzas de que revirtiera esa decisión. El 90% de las exportaciones de ese combustible iban a EE. UU.: un negocio de 1.200 millones de dólares.

Hay que decir sin embargo que la Argentina volvió desde el 1º de enero al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) de Estados Unidos. Después de seis años, unos 500 productos de las economías regionales podrán ingresar en el mercado norteamericano con arancel cero. En 2011 fueron ventas por u$s 450 millones.

El jueves el jefe de gabinete Marcos Peña visitó la planta de Techint en Campana. Lo recibió Paolo Rocca. La medida de Trump impacta fuertemente en su producción: el año pasado Siderca colocó el 50% de sus exportaciones en EE. UU., 200.000 toneladas de tubos sin costura para la industria petrolera de ese país, según una alta fuente de la empresa. “Es un golpe duro”, admite a este diario. En una entrevista con “Clarín, Javier Madanes, presidente de Aluar, dijo que los aranceles de Trump impactan sobre el 45% de la producción y el 60% de las exportaciones de aluminio. Las dos empresas fueron convocadas el jueves al despacho del ministro Cabrera.

Mañana el gobierno recibirá a la cúpula de la UIA. Pero esa es otra agenda.


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