Domínguez lo «bajó» en el tercero

BUENOS AIRES (Télam).- El ex titular mundial de los cruceros, Marcelo Fabián Domínguez (106,350 kilogramos), noqueó en tres rounds al retador cordobés Eduardo Sandivares (114,050) y de esa manera retuvo el título sudamericano de los pesados, en la pelea estelar de la velada a desarrollada el sábado en la Federación Argentina de Box (FAB).

Domínguez, realizó su primera defensa de la corona continental de la divisional máxima, en una pelea que estaba pactada a la distancia de 12 rounds.

La definición del pleito ocurrió a los dos minutos del tercer capítulo cuando el porteño abrió el camino del nocaut con una derecha boleada que impactó en la sien izquierda del retador, que fue acompañada con un gancho de izquierda a la zona hepática de Sandivares, mano que Domínguez repitió, y como consecuencia el cordobés quedó de rodillas en la lona y sin posibilidades de seguir peleando mientras escuchaba la cuenta de diez del árbitro Fernando Peyrou.

Cuando Sandivares caía «fulminado» tras los impactos de Domínguez, éste lanzó una derecha producto de su ímpetu la cual se estrelló en la cara del ya derrotado y sin posibilidades púgil de Córdoba, quien se quejó en forma airada ante el árbitro, quien no escuchó el reclamo del retador al considerar que el porteño no tuvo intenciones de cometer la falta, la cual no tampoco influyó en el desenlace de la pelea.

El combate fue intenso desde su comienzo, ya que el cordobés aprovechando su mayor potencia en las manos, aplicó los mejores golpes en el primer round, ante un rival de mayor bagaje técnico y de considerable experiencia internacional.

En el segundo asalto Domínguez tomó el control del combate y el manejo del ring, mediante un boxeo práctico y fundamentalmente imponiendo personalidad, y con esa táctica efectiva proyectó los mejores golpes, en especial sobre la zona baja del retador, quien terminó el round prácticamente ahogado.

En el round de la definición fue todo de Domínguez, quien dominó a voluntad a un rival que estaba quebrado anímica y físicamente y sin posibilidades de seguir afrontando un compromiso ante la supremacía del campeón.

En los últimos días corrió una versión que el pesado cordobés Fabio «La Mole» Moli podría ser su próximo rival. «Bueno, ya comencé con un cordobés esta noche (por el sábado), el próximo será Moli, no tengo problemas», bromeó Domínguez.

«Disculpas por el golpe de más»

«Ante todo pido disculpa a Sandivares y al público por el golpe de más que le apliqué a mi rival cuando estaba cayendo, quienes me conocen saben que no es mi estilo cometer infracciones, pero pienso que gané legítimamente», señaló Marcelo Domínguez al finalizar la pelea.

«Yo soy crucero», disparó el porteño. «Aunque siga realizando combates entre los pesados, debo volver a mi categoría natural. La suba de peso no hace bien, por lo tanto en pocos días más comenzaré a entrenar para llegar a la divisional en la cual realicé toda mi campaña».

«Los interrogantes los tenían los demás, yo no. Pensé que iba a hacer cinco rounds no tres. Estaba muy consciente de lo que tenía que desarrollar sobre el ring. Ya había dicho que los primeros dos asaltos iban de regalo y después se tenía que ir», afirmó el campeón.

Luego agregó: «Le gané en el segundo round cuando Peyrous me retó, porque después de un cruce observé un gesto como que no le había gustado. Entonces le dije «¿Querés cruces?, bueno vamos a los cruces cagón». El estaba acostumbrado a que sus rivales se cayeran cuando los tocaba. Pero cuando vio que yo salía de un cruce y buscaba el otro, fue cuando psicológicamente se terminó el combate. (Télam y DyN)