Don Jaime, un ícono que convoca

Hay iluminación y bancos que disfrutan los vecinos.

paseo público

La estatua del obispo emérito del Neuquén Jaime de Nevares, que pesa 22 toneladas, fue inaugurada a fines de enero de este año y va camino a convertirse en un punto de atracción turística. A pesar de no estar a la vera de la Ruta 22, convoca a muchos visitantes que se desvían y entran a la ciudad para tomarse fotografías. La mole que construyó el escultor local Aldo Beroisa demandó varios meses de trabajo hasta que logró tener a don Jaime sentado en un sillón con la Constitución en la mano. El monumento, instalado en la avenida Carlos H. Rodríguez y Matorras, se convirtió en un paseo público, con bancos e iluminación que los vecinos disfrutan. El objetivo de destacar la figura de don Jaime de Nevares –para lo que se debió solicitar el permiso correspondiente a la diócesis neuquina- es mantener viva la obra y el compromiso social del obispo. Por otro lado, las autoridades también consideraron que debía ser un punto de atracción turística para la localidad: todo apunta a realizar un corredor turístico que incluya la estatua, la sala de arte a punto de ser terminada y el museo “Carmen Funes” de Plaza Huincul, donde se pueden apreciar las réplicas en tamaño natural de dinosaurios. El objetivo parece empezar a cristalizarse, ya que en tiempo de vacaciones es habitual observar a turistas sacándose fotos en este espacio. El monumento pesa algo más de 22 toneladas y tiene más de cinco metros de altura. Para su construcción se utilizaron hierros, tubos tubbing, cemento y arena. Cuando se lo inauguró, hubo una fiesta popular: además del acto oficial, al que asistieron autoridades locales, provinciales, eclesiásticas y sobre todo de organizaciones de derechos humanos, se organizó un recital al aire libre. Luego, fue también el punto de concentración para recordar a los desaparecidos durante la última dictadura militar.