Dos casos de estafa que sirven como muestra

Para Drake, usaban la misma metodología y una gran organización

ROCA (AC y AR).- Aunque los defensores de los detenidos y los mismos imputados remarcan que no «hay asociación ilícita» porque no existe un hecho que involucre a todos los sospechosos, el fiscal Daniel Drake planteó lo contrario en su acusación.

«No es necesario que se hayan hecho efectivos varios y ni siquiera uno solo de los delitos previstos en el plan, porque se trata de una figura autónoma que se satisface con el mero hecho de tomar parte de la asociación destinada a cometer delitos», dijo.

De todos los damnificados por las estafas, en el expediente se destacan dos casos como los más resonantes y que vinculan a más sospechosos. Son «Ulman» y «Clavijo», hechos en los que las víctimas son «despojadas» de sus vehículos.

En el primero de ellos, interviene y aparece como comprador de dos camionetas Guillermo González Pino, pero luego van apareciendo en escena otros integrantes. Miguel Angel Fernández le dice a la damnificada que sus vehículos los tenía González Pino, luego irrumpe Héctor Montecino diciéndole que no sabía nada de las camionetas, pero que González Pino era «una buena persona y que no se preocupara». Posteriormente esos vehículos son llevados a Chubut para ser vendidos y en esas circunstancias hacen su aparición «Condorito» Dávila y su esposa, «Pulpa» Tillería (lavador de autos) y «Chiquito» Reyes, a los que se suman González Pino y Montecino.

Un «modus operandi» similar -considera el fiscal- se observa en el caso Clavijo, donde intervienen Sergio Dávila como un supuesto intermediario, el policía Carlos Brites «jugando un rol inexplicable desde la buena fe al intermediar en la entrega de una suma de dinero entre víctima y victimario», y González Pino «jugando su papel habitual de estafador y colaborador de la policía».

Por eso recalca Drake que los miembros de la organización no necesariamente intervenían o participaban en cada una de las «operaciones» que se realizaban, sino que eventualmente su incursión dependía de las circunstancias, «siempre utilizando una misma metodología o patrón previamente establecido y valiéndose de una superestructura organizativa previamente montada».

«No voy a ir a la alcaidía»

ROCA (AR y AC).- Guillermo González Pino es el único de los procesados que se encuentra alojado en la U9 de Neuquén.

«Si en el parate del mediodía de cada audiencia me quieren llevar a la alcaidía de Roca, me voy a negar. Cuando en su momento pedí el traslado, me lo negaron por considerar que no era segura, así que ahora no voy a ir», señaló.

El pedido de González Pino había sido al juez Pablo Iribarren. El detenido había argumentado que estando en Roca, era más fácil que sus hijos y familiares lo visitaran. Sin embargo el pedido fue denegado.


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