Dos de cada tres parejas rionegrinas están casadas

Según el Censo 2001, la media del país es del 73%.

De cada tres rionegrinos que viven en pareja, hay dos que están casados y el tercio restante convive sin papeles. El indicador es más bajo que la media nacional, donde los matrimonios representan el 73%, y disminuye aún más entre la población de menos de 24 años.

Los números de la provincia de Neuquén son similares: el 65,1% de la población que vive en pareja está casada legalmente.

Los datos surgen del procesamiento que aún realiza el Indec de los datos recogidos en el censo 2001.

En todo el país había hace casi tres años 14.557.073 personas de 15 o más años que vivía en pareja.

La gran mayoría de ellos estaba legalmente casada (el 72,8%); el resto, un 27,2%, convivía en lo que el Indec llama «unión consensual».

Hay que aclararlo: la calificación de «gente que convive en pareja» se refiere a dos personas que habitan en un mismo hogar con una persona de otro sexo.

De los 552.767 habitantes que tenía entonces Río Negro, 381.379 eran mayores de 14 años.

De estos últimos, 219.945 personas convivía en pareja, el 57,7% de la población de 15 o más años.

Entre este grupo, los que habían contraído matrimonio y lo mantenían representaban el 68%. El resto convivía en pareja, bajo un mismo techo, pero sin haberse casado.

En Neuquén la cantidad de habitantes según el Censo 2001 era de 447.155 y la población mayor de 14 años la conformaban 322.129 personas.

Entre este último grupo, había 184.224 neuquinos que habían decidido vivir en pareja con personas de otro sexo. Y de ese total, el 65,1% había contraído matri

monio.

Tomando todo el país, el informe llega a la conclusión de que entre las personas de entre 14 y 24 años son las mujeres las más propensas a vivir en pareja, pero sin dejar de ser una actitud minoritaria (apenas un 21%). De todos modos, entre los hombres este índice desciende al 12%.

Ya después de los 24 años son mayoría los que viven en pareja.

La tendencia se empieza a revertir después de los 65 años (evidentemente por la muerte de uno de los integrantes de la pareja). De todos modos, se ve que los hombres, a esa edad, son más propensos que las mujeres a formar una nueva unión.

Con los divorciados ocurre un fenómeno interesante: una mayoría llamativa de los que se separan, si vuelven a formar una pareja, prefiere no casarse.

En ese grupo, el de los divorciados reincidentes, sólo el 30% vuelve a contraer matrimonio.

Ese índice se reduce a extremos del 13% entre los jóvenes de hasta 24 años. Dicho de otro modo, el 87% de este grupo, si se divorcia y vuelve a unirse en pareja, lo hace sin casarse.

El estudio del Indec muestra que hay comportamientos que los argentinos fueron modificando en las últimas décadas.

En 1991 sólo el 18% de los que vivían en pareja en todo el país no se había casado. Ese índice pasó, diez años más tarde, a ser del 27%.

Analizado por provincia, la convivencia «sin papeles» es más popular en Formosa y Chaco, donde el 48,2% y 40,6%, respectivamente, son «uniones de hecho».

La relación es completamente diferente en Mendoza (donde sólo el 18,5% de las personas que viven en pareja no contrajeron matrimonio), San Juan (18,8%), Córdoba (21,9%) y la ciudad de Buenos Aires (22,9%).

 

 

Martín Belvis

martinbelvis@rionegro.com.ar


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