Dos declaraciones permitieron esclarecer el caso

Un testimonio permitió encontrar un arma calibre 22, y otro confirmar que no hubo una tercera persona que huyó. De esta manera, se informó que fue un homicidio seguido de suicidio.

ROCA (AR).- Dos declaraciones permitieron aclarar algunos puntos oscuros en la investigación de la muerte de la pareja ocurrida el sábado pasado en esta ciudad. Se confirmó que no hubo una tercera persona en la escena del crimen y que se trató de un homicidio seguido de suicidio.

La primera gran incógnita de este caso, fue que si se estaba ante un hecho como el mencionado, cómo podía ser que no estaba en el lugar el arma homicida.

Sin embargo, la declaración prestada por la madre de Mariela Belén Hernández, 21 años y una de las víctimas fatales, permitió dar con una pistola Tala calibre 22. Todo indica que fue el arma utilizada por su pareja para asesinarla y luego suicidarse.

Por lo que surgió del testimonio de la mujer, al entrar a la casa que ocupaban las víctimas y ver los cuerpos sin vida tendidos en el suelo, tomó el arma que estaba en la mano de la pareja de su hija y se la dio a una amiga para que la esconda. «Lo hizo por la desesperación que tenía ante semejante cuadro, no para entorpecer la investigación», dijo ayer un investigador.

Con este dato, personal de la Brigada de Homicidios que se abocó de lleno al caso, logró dar con la pistola Tala, por lo que en las próximas horas será analizada por los investigadores.

Sin embargo, fuentes policiales informaron que el arma había sido dejada en un patio y se mojó cuando regaban unas plantas. La duda era si la humedad podría haber borrado alguna huella.

El otro testimonio fue prestado ayer a las 18.30 por un hombre que vive a pocos metros del lugar de los hechos. Este vecino dijo que escuchó una discusión y que luego la joven Hernández salió de la casa y llegó hasta un portón de rejas que da a la calle. En ese momento salió Pablo -la pareja de la joven que anoche ya habría sido identificado-, la abrazó y nuevamente entraron.

A los pocos minutos, el vecino aseguró escuchar dos detonaciones, una de ellas «más apagada que la otra». Para los investigadores, ese disparo «más apagado» se correspondería con el tiro que el suicida se pegó en la cabeza, y que por estar el caño apoyado en su cabeza, no provocó el mismo sonido que el disparo realizado segundos antes.

Otro dato importante aportado por el vecino es que tras las detonaciones, no salió ninguna persona de la casa, lo que terminarí por descartar que una tercera persona fuera la autora de las muertes.

Con respecto a la identidad del joven que vivía con Hernández, anoche se habría logrado establecerla.

Esto no fue una tarea sencilla ya que hasta los familiares de la joven lo conocían sólo por el nombre de Pablo y sabían que era nacido en Chile.

Cuando la Brigada de Homicidios encontró los cuerpos, halló una cédula con una identidad de un hombre chileno. Sin embargo, la huella dactilar de la cédula no coincidía con la del muerto.

Luego se encontró un certificado de nacimiento pero que tampoco sería de él. Y finalmente, en los archivos de la comisaría 21 se halló una denuncia por la pérdida del documento, pero se había identificado con un nombre distinto a los anteriores.

Trascendió que anoche se produjeron novedades con respecto a este punto, por lo que se esperaba que en las próximas horas se informara la identidad del joven.

El homicidio y el suicidio ocurrieron en una casa ubicada en Tres de Febrero al 3.400 de esta ciudad. Por lo que se pudo establecer, los vecinos tenían muy buenas referencias de la joven.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios