Dos gobernadores para Tierra del Fuego

Actualizado a las 20:34

USHUAIA (DyN) – Tierra del Fuego vivía hoy una crisis institucional inédita al tener dos gobernadores en funciones, debido a que el mandatario Jorge Colazo resiste la supensión que le impuso la Legislatura local y su vice, Hugo Cóccaro, no pudo asumir, porque los despachos oficiales están ocupados por los funcionarios desplazados.

El colacismo considera «nula» la decisión de la sala acusadora de la Legislatura por lo que no acatará lo suspensión, mientras Cóccaro dejó constancia de la situación ante el Superior Tribunal de Justicia y pidió que, con un proceso sumarísimo, se aleje al mandatario de la sede gubernamental. Fuentes cercanas al justicialista Cóccaro indicaron que con la presentación judicial se busca que la Justica que obligue a Colazo a «deponer su decisión de resistir la resolución legislativa» y «allanarse a las instituciones».

En tanto, el vocero oficial del gobierno, Eduardo Monchietti, deslizó hoy que la intervención federal a Tierra del Fuego «podría ser un remedio válido para salir de la crisis», aunque el ministro del Interior, Aníbal Fernández, que llegará a la isla el próximo martes junto a su par de Planificación Federal, Julio De Vido, había descartado esa posibilidad. En este escenario, el presidente del bloque de legisladores del PJ, Rubén Sciutto, dijo que el Gobierno de Colazo «está en rebeldía» y adelantó que los funcionarios que se resisten a dejar la sede del Ejecutivo «deberán responder por sus actos ante las autoridades competentes». En cambio, el ministro Coordinador, Edgardo Welsch describió el clima que se vive en Tierra del Fuego como de una «tensa calma» y volvió a acusar a los legisladores de «sediciosos».

Además, los culpó por montar «un gobierno paralelo e ilegal» con una resolución que «empieza por desconocer un fallo del Superior Tribunal de Justicia» que permitía la continuidad del juicio político a Colazo, pero con el mandatario en funciones. Un grupo de seguidores de Colazo montaba esta tarde tres carpas en la puerta de la Casa de Gobierno para «hacerle el aguante al gobernador», según dijeron. Por la mañana, el sacerdote Nelson da Silva ofreció una misa en el hall de entrada de la Casa de Gobierno «en homenaje a la familia» de la que participaron funcionarios del gobierno que permanecieron la noche en sus despachos a la espera de que la justicia federal se pronuncie sobre la denuncia penal por presunta «sedición» presentada ayer contra los legisladores por el secretario legal y Técnico, Pablo Abinal.

Por su parte, los ocho legisladores que integran la sala juzgadora de la Legislatura, que preside la titular del Superior Tribunal de Justicia, María del Carmen Battaini, se reunió esta tarde para analizar la prueba contra Colazo en las dos denuncias por la que es sometido a juicio político. El gobernador fueguino, que días atrás renunció a la UCR, podría ser destituido por retener en forma indebida fondos de la coparticipación federal de impuestos a la Municipalidad de Río Grande y por rendir en forma deficiente la cuenta general del ejercicio 2004, donde el Tribunal de Cuentas objetó la rendición de 14 millones de pesos erogados a modo de anticipos.

Colazo cuestionó ayer por televisión la «saña» de los legisladores en su contra y los acusó de «querer asaltar el gobierno para ir por la caja y seguir viviendo del Estado» al reemplazar al Gobierno que, según el mandatario, «quiso eliminar la corrupción enquistada en el poder, pero no nos dejaron».


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