Dos jóvenes murieron trágicamente en Viedma

Uno de ellos era paciente de Salud Mental del hospital Zatti y su cuerpo fue encontrado en la madrugada de ayer. El otro perdió la vida luego de ser atropellado por un taxi en la transitada calle Guido.

VIEDMA- La trágica muerte de dos jóvenes enlutó la jornada eleccionaria de ayer en Viedma. Una fue producto de un accidente y la otra hasta anoche era dudosa aunque no se descartaba el suicidio.

El mayor de los dos, de 33 años, Eduardo Ralinqueo, fue atropellado por un taxista en la transitada calle Guido que comunica al centro de la ciudad con la terminal y con dos escuelas donde ayer se votaba.

Al parecer el hombre habría cruzado corriendo la arteria sin advertir la circulación del taxi que no pudo evitar embestirlo.

El violento impacto levantó a la víctima que luego de estrellar su cuerpo contra el parabrisas cayó al asfalto, agravándose las graves heridas sufridas, sobre todo en el cráneo.

El hombre fue trasladado al hospital de esta capital, donde murió a los pocos minutos de ingresar.

El accidente ocurrió a media mañana de ayer cuando el tránsito en las calles cercanas a escuelas era muy intenso, tal como sucedía en Guido casi intersección con O'Higgins, donde además el semáforo se encontraba en luz amarilla intermitente.

Ralinqueo era militante justicialista y vivía a pocos metros del lugar donde encontró la muerte.

Pocos minutos antes había estado en un local partidario, ubicado en la misma cuadra del hecho.

Las graves heridas recibidas provocaron la muerte prácticamente inmediata del peatón.

Hasta anoche, el conductor del automóvil -cuyo apellido sería Toledo- estaba detenido en la comisaría Primera de Viedma, a disposición del juez Víctor Ramírez Cabrera.

Muerte en el río

Pasadas las 6.30 de ayer, el sereno de la empresa encargada del dragado y la construcción de la defensa costera de Viedma advirtió la presencia de un cuerpo en la playa conocida como la del «barco hundido».

El joven, de apenas 20 años, presentaba graves heridas en la cabeza y hasta anoche su muerte era dudosa, aunque el suicidio era la hipótesis que más peso tenía.

No se descarta que el desafortunado muchacho se haya arrojado a las aguas del río Negro desde la estructura de las bocas de desagüe pluvial que se levanta en costanera y boulevard Ayacucho.

Esta construcción tiene una gruesa base de cemento donde podría haber caído el joven aunque su muerte es motivo de investigación.

Orlando Martínez vivía con su abuela en el barrio 20 de Junio de esta capital y según se supo era paciente ambulatorio del equipo de Salud Mental del hospital «Artémides Zatti».

Trascendió además que su diagnóstico era psicosis, enfermedad donde no hay conciencia de realidad y suele manifestarse a través de síntomas como delirios y alucinaciones.

La esquizofrenia y la paranoia son dos grandes tipos de esta enfermedad mental y requieren de un tratamiento psiquiátrico farmacológico permanente.

Este es el tercer paciente de Salud Mental del Zatti que se suicida en poco tiempo. El primero de ellos fue Javier Gómez, el joven que se encontraba internado en una clínica de Cipolletti luego de haber protagonizado el crimen de su madre, su abuelo y su hermanita. Un cuadro psicótico fue también su diagnóstico.

El segundo de ellos fue otro joven paciente que habría sido adicto y que hace apenas un mes se disparó con el arma reglamentaria de su padre, un guardiacárcel.

Luego del suicidio de Gómez, el juez penal Víctor Ramírez Cabrera inició una investigación para determinar si hubo o no irresponsabilidad de parte de los profesionales de Salud Mental en el tratamiento realizado a Gómez antes de que cometiera el triple crimen de Viedma.


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