“Dr. Sodero Nievas, no mienta más”

Dr. Sodero Nievas, como empleada del Poder Judicial de Río Negro con 20 años de antigüedad, déjeme decirle: ¡no mienta más! Qué sencillo le resulta a usted ensuciarnos a todos los que nos desempeñamos en este trabajo diciendo que todos hemos cobrado MIG en alguna oportunidad. ¿Por qué no dice las cosas como son? Explíquele a la sociedad que liquidan la extensión horaria que cumple el personal como si fueran MIG ¡y a razón de 20 miserables pesos la hora! Qué hábiles que han sido para enredar, ocultar, desnaturalizar y confundir mientras ustedes seguían nombrando gente amiga, creando superestructuras que nada tienen que ver con la tarea de impartir justicia, gastando miles de pesos de presupuesto, designando “funcionarios” que permanentemente maltratan y denigran a aquellos que estamos en la trinchera, olvidando cuál es la función más importante de este Poder Judicial. Mientras tanto, congelaron la carrera judicial durante diecinueve años, repartiendo los cargos superiores a “dedo”, nombrando en ellos –sin concurso– a ingresantes con nulo conocimiento, sin experiencia ni compromiso con el cargo. Enlodaron el orgullo de pertenecer a un poder que siempre se jactó de la transparencia en el ingreso; instalaron el miedo, la persecución, la prebenda y el premio a la lealtad con el jefe de turno. Pagaron y pagan miles de pesos a nefastos personajes que de la noche a la mañana pasaron de ser ordenanzas a tener el poder de hacer nombrar y echar empleados. Dejaron vacantes cientos de cargos que daban respuesta a la sociedad para rodearse de “amigos”, obsecuentes, leales, buchones y toda una larga lista de inútiles que de la nada aparecieron en nuestras oficinas con nuevas directivas y tareas para mejorar en nada el servicio de justicia. En lo personal se me negó –en dos oportunidades y sin ningún motivo valedero– el acceso a una prosecretaría, cargo que por reglamento y ley orgánica debe existir en todos los organismos donde hay secretaría y que está reservado al jefe de despacho, privándome así de subir un escalón más en mi carrera, en la cual me gané cada cargo por concurso. Pero, claro, yo no soy amiga de quien hace los nombramientos y la experiencia, la idoneidad, el concepto de mis superiores y mi desempeño durante los últimos 20 años no cotizan en el actual modelo de “bolsa de trabajo judicial”. Para colmo, lo tengo que escuchar a usted tratando de justificar lo injustificable, mintiendo y poniéndonos a todos bajo sospecha. Ya tengo suficiente de toda esta basura. Marcela Andrea Marchetti DNI 17.506.395 Jefa de despacho Roca

Marcela Andrea Marchetti DNI 17.506.395 Jefa de despacho Roca


Dr. Sodero Nievas, como empleada del Poder Judicial de Río Negro con 20 años de antigüedad, déjeme decirle: ¡no mienta más! Qué sencillo le resulta a usted ensuciarnos a todos los que nos desempeñamos en este trabajo diciendo que todos hemos cobrado MIG en alguna oportunidad. ¿Por qué no dice las cosas como son? Explíquele a la sociedad que liquidan la extensión horaria que cumple el personal como si fueran MIG ¡y a razón de 20 miserables pesos la hora! Qué hábiles que han sido para enredar, ocultar, desnaturalizar y confundir mientras ustedes seguían nombrando gente amiga, creando superestructuras que nada tienen que ver con la tarea de impartir justicia, gastando miles de pesos de presupuesto, designando “funcionarios” que permanentemente maltratan y denigran a aquellos que estamos en la trinchera, olvidando cuál es la función más importante de este Poder Judicial. Mientras tanto, congelaron la carrera judicial durante diecinueve años, repartiendo los cargos superiores a “dedo”, nombrando en ellos –sin concurso– a ingresantes con nulo conocimiento, sin experiencia ni compromiso con el cargo. Enlodaron el orgullo de pertenecer a un poder que siempre se jactó de la transparencia en el ingreso; instalaron el miedo, la persecución, la prebenda y el premio a la lealtad con el jefe de turno. Pagaron y pagan miles de pesos a nefastos personajes que de la noche a la mañana pasaron de ser ordenanzas a tener el poder de hacer nombrar y echar empleados. Dejaron vacantes cientos de cargos que daban respuesta a la sociedad para rodearse de “amigos”, obsecuentes, leales, buchones y toda una larga lista de inútiles que de la nada aparecieron en nuestras oficinas con nuevas directivas y tareas para mejorar en nada el servicio de justicia. En lo personal se me negó –en dos oportunidades y sin ningún motivo valedero– el acceso a una prosecretaría, cargo que por reglamento y ley orgánica debe existir en todos los organismos donde hay secretaría y que está reservado al jefe de despacho, privándome así de subir un escalón más en mi carrera, en la cual me gané cada cargo por concurso. Pero, claro, yo no soy amiga de quien hace los nombramientos y la experiencia, la idoneidad, el concepto de mis superiores y mi desempeño durante los últimos 20 años no cotizan en el actual modelo de “bolsa de trabajo judicial”. Para colmo, lo tengo que escuchar a usted tratando de justificar lo injustificable, mintiendo y poniéndonos a todos bajo sospecha. Ya tengo suficiente de toda esta basura. Marcela Andrea Marchetti DNI 17.506.395 Jefa de despacho Roca

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