dramáticos testimonios

Decenas de personas salieron a la calle desde sus hogares próximos para seguir la evolución de la lucha contra las llamas. El centro de la ciudad era un pandemónium de actividad, luces y sirenas. Más allá del ataque al incendio principal en la Escuela del Sol (ver nota central), los bomberos concentraron su labor en evitar la propagación de las llamas hacia las construcciones lindantes, cuyos propietarios fueron evacuados.

Las llamas se iniciaron por causas ignoradas y sujetas a investigación para extenderse en cuestión de minutos a casi todo el edificio. La directora del Radio Nacional San Martín de los Andes, Laureana Rubinetti, es precisamente una de la vecinas del lugar y estuvo entre las primeras en dar la alarma.

Relató que al principio sintió un profundo olor a quemado y temió que era su propia vivienda la que había cobrado fuego, pero al salir comprobó que las llamas abrazaban la conocida. De inmediato dio aviso a los bomberos. Otro vecino llamó la atención sobre el calor sofocante que emanaba de la pira. “Temí lo peor”, dijo a este diario. “Las llamas eran impresionantes, parecía el infierno”, agregó otro testigo que se mantenía a raya desde detrás del cordón policial. Varios alumnos del secundario no salían de su estupor aún por la mañana, cuando se acercaron a ver el resultado del fuego. (ASM)


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