Drogba les devuelve la ilusión a los marfileños

La superestrella Didier Drogba vuelve a sonreír. A una semana después de su fractura de codo, entrenó con la selección de Costa de Marfil. Después de que mostrara risueño ante las cámaras la férula que lleva en el brazo derecho como protección, es posible que juegue el martes el primer partido del Mundial frente a Portugal en Port Elizabeth.

“Si el partido fuera ahora no estaría en condiciones. Pero es dentro de un par de días. Podría jugar”, comentó el entrenador de los marfileños, el sueco Sven-Göran Eriksson.

Drogba, de 32 años, ya participó en el entrenamiento de su selección antenoche, pero no participó en los ejercicios que podían implicar contacto con otro jugador.

Pese a ello, el regreso de la gran estrella en tan poco tiempo es toda una sensación. Drogba se fracturó el codo el viernes último en un amistoso con Japón.

El propio jugador advirtió que se perdería el Mundial, pero la operación a la que fue sometido el sábado último alimentó las esperanzas de que pudiera jugar en el debut del equipo el 15 de junio.

La posibilidad de que Drogba juegue es de gran importancia no sólo para Costa de Marfil, sino para los organizadores del primer Mundial en suelo africano.

La estrella marfileña es uno de los más conocidos y más exitosos jugadores del continente, y por ende uno de los estandartes de África en el Mundial.

Para la selección marfileña el jugador es insustituible como gran estrella, goleador y capitán.

“Es uno de los mejores jugadores del mundo”, asegura Eriksson. Para el propio Drogba, el Mundial en Sudáfrica es probablemente su última oportunidad de brillar a nivel internacional con el combinado marfileño.

Dentro de cuatro años, la gran generación de futbolistas que forman Didier Zokora, Kolo Touré y el propio Drogba será demasiado vieja.

Pero ahora y gracias a sus individualidades, Costa de Marfil es considerado uno de los posibles favoritos en el Mundial.