Dura advertencia de Irán a Argentina por la AMIA

"Ha entrado en un juego peligroso" al pedir la captura de ex funcionarios iraníes, afirmó. Convocó a un miembro de la embajada argentina en ese país para protestar.

Las autoridades de Irán advirtieron ayer al gobierno de Néstor Kirchner, a través del encargado de negocios de Argentina en Teherán, Mario Quinteros, que la «Argentina ha entrado en un juego peligroso» al disponer la captura del ex presidente iraní Alí Bahramaie Rafsanjani y otros ocho sospechosos por el ataque a la AMIA.

La información fue difundida en Teherán mediante un comunicado difundido por Ahmad Sobhani, director general del departamento de Asuntos de América del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, según reportó la agencia oficial de noticias de esa nación, IRNA.

Paralelamente, el encargado de negocios de Irán en Argentina, Moshen Baharvand, fue notificado de la convocatoria a Quinteros y la decisión de su país de accionar con medios legales ante la «provocación del aparato judicial argentino».

Sobhani «ha hecho comparecer al encargado de negocios de la embajada argentina en Teherán para trasladarle sus más enérgica protesta por la actuación de algunas autoridades de Buenos Aires, que han lanzado nuevamente acusaciones sin fundamento contra la república islámica y sus dignatarios, en relación con el caso de la AMIA», consigna la información difundida en Irán.

El gobierno iraní, además, exhortó a las autoridades de Argentina a «no caer en la trampa de los sionistas y que no vuelvan a repetir los mismos errores del pasado» e insistió en que «los testigos de las pesquisas de este caso son miembros de bandas terroristas que han confesado sus crímenes».

«En el caso de la AMIA se está utilizando un guión sionista para dañar la imagen de Irán», resaltó Sobhani, quien señaló que su país «se reserva el derecho de tomar las oportunas medidas legales y jurídicas» ante la decisión del juez federal Rodolfo Canicoba Corral de ordenar la captura internacional de Rafsanjani y otros ocho sospechosos.

El diplomático esgrimió argumentos que ya desplegó Baharvand ante el juez Canicoba, a quien en una audiencia celebrada hace dos semanas manifestó que su país es ajeno al ataque a la AMIA, que provocó 85 muertes el 18 de julio de 1994, y reprochó haber valorado evidencia supuestamente aportada por «terroristas». Canicoba ya declaró en rebeldía a Rafsanjani y los restantes acusados, y dio intervención a defensores oficiales para que patrocinen aquí a los imputados.

La semana pasada el portavoz de la Cancillería iraní, Seyyed Mohammad Ali Hoseini, aseguró que su país, «además de mantener el proceso de diálogo y cooperación con las autoridades de Argentina (…) está dispuesto a prestar la colaboración necesaria en cualquier momento y lugar para esclarecer el caso de la AMIA».

Sin embargo, Irán condicionó la colaboración con Argentina, mientras fuentes judiciales aseguraron que esa nación tiene un «único modo de prestar ayuda: debe hacer que las personas buscadas se pongan a derecho, que vengan a la Argentina y que, lo antes posible, designen abogados, reconociendo así la jurisdicción nacional». Hoseini fijó como «condición de cooperación» con la Justicia «que Argentina admita en los tribunales competentes el proceso de desagravio de los ciudadanos iraníes y se abstenga de continuar lanzando acusaciones sin sentido e infundadas, además de evitar realizar cualquier gesto que atente contra la inmunidad política de la que gozan las autoridades de la república islámica». (DyN)


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