Duro golpe: clausuraronlas instalaciones de River

El gobierno «K» se hartó, acusó el impacto por los sucesivos e imparables hechos de violencia que sacuden al fútbol argentino y ayer tomó la primera medida fuerte: el ministro del Interior Aníbal Fernández dispuso la clausura del Monumental y la misma suerte corrieron casi todas las instalaciones de River. Sólo se salvaron la colonia, la escuela y la pensión. Además, todo hace pensar que el presidente José María Aguilar será imputado por la Justicia.

La medida cayó cinco día después de que barra bravas ''millonarios», los denominados «Borrachos del Tablón», se trenzaron en una brutal pelea que no tuvo un muerto de milagro. Sí hubo heridos con arma blanca en un mediodía (en la zona de piletas y quinchos del club) marcado a gritos, fuego y sangre.

Mediante las resoluciones 254/07 y 255/07 Fernández determinó las clausuras del Monumental y del estadio de San Lorenzo (ver página 37).

El ministro tomó las enérgicas medidas por la «falta de seguridad para la vida o integridad física del público, para el desarrollo normal del espectáculo o por fallas de organización para el control o vigilancia» de los partidos oficiales de la AFA. Las resoluciones citan «el artículo 22 del decreto 1466/97 del régimen de seguridad en el fútbol».

Pero la cosa no termina ahí y el panorama se torna más oscuro para River. Es que hora después la justicia ordenó la clausura de de todas las instalaciones del club. Sólo se sal

varán la colonia, la escuela y la pensión. La causa está en manos del juzgado Contravencional 9 a cargo de María Laura Martínez Vega. Para completar la crisis, la comisión Especial Investigadora de la Violencia en el Fútbol citó a declarar para el próximo martes al presidente Aguilar. El titular 'millonario', que sigue de vacaciones, deberá concurrir a la sala 4 del tercer piso del edificio Anexo de la cámara baja, mientras que 24 horas más tarde lo hará Javier Castrilli, el subsecretario de Seguridad de Espectáculos Deportivos.

Fernández instó a «sacar de la cancha a los violentos y el que cometa desmanes no tiene que entrar más», al tiempo que reclamó, enérgico, que la AFA tome cartas en el asunto. (ver aparte)