Duros reproches de jefes policiales a Sobisch en una ceremonia oficial
El jefe y el subjefe salientes se quejaron por el descabezamiento de la institución.
NEUQUEN (AN).- El acto de asunción del nuevo jefe de la Policía se convirtió en escenario de duros reproches de la Plana Mayor hacia el gobernador Jorge Sobisch por el descabezamiento que obligó al retiro de 17 altos oficiales. «Ellos tenían mucho para dar y eran nuestros sucesores naturales», sostuvo el desplazado Wálter Cofré. «Para usted gobernador la institución es un problema, para mí un sentimiento», afirmó Julio Trepat, el subjefe saliente. Hasta el nuevo jefe, Carlos Zalazar, formuló cuestionamientos y admitió que estaba pensando en su retiro. «Esta emoción (de asumir el cargo) se empaña por la forma en que asciendo», remarcó.
El clima del acto de ayer estuvo lejos de ser festivo y por momentos rozó la hostilidad. Incluso un grupo de 20 esposas de policías reclamó en la puerta del predio un alza salarial mayor, la entrega de uniformes y el pago de adicionales.
El gobernador Sobisch evitó confrontar con los jefes pasados a retiro en forma obligatoria y con quienes los sustituirán. Sólo deslizó que el descabezamiento obedeció a un intento por «evitar el estado de asambleísmo» en las filas de policía, en alusión a la posibilidad de un autoacuartelamiento de los uniformados en reclamo de mejoras salariales. De ahí la decisión de aumentar entre 8 y 20% los salarios a los uniformados, anunciada la semana pasada junto con los desplazamientos.
«Sabíamos que por razones institucionales podíamos dejar nuestros cargos, pero nos sorprendió la falta de justificación pública sobre el retiro de 20 oficiales superiores porque creemos que logramos una gestión abierta, participativa y sustentada en valores humanos», enfatizó Cofré en el discurso que pronunció ante la tropa. «Ellos tenían mucho para dar y eran nuestros sucesores naturales como históricamente se hizo hasta hace poco tiempo en nuestra institución. Estaban preparados para conducirla y hoy se van a sus casas con la experiencia que adquirieron», agregó.
Trepat optó por romper el protocolo para reprochar al gobernador. En principio no fi
guraba en el listado de autorizados a emitir un discurso, y tras recibir como recuerdo su legajo personal le avisó al gobernador que pronunciaría unas palabras.
«Señor gobernador, para usted y la ministra Susana Arévalo (Seguridad y Trabajo) la institución es un problema; para mí un sentimiento», indicó. Trepat, a quien internamente apodan «el soldado», agregó que «la ida de 20 oficiales superiores quizás cause un daño a la institución que no pueda ser superado en los próximos dos años».
El comisario Carlos Zalazar asumió el mando de la fuerza y también dejó entrever disconformidad con la purga. «Este orgullo que siento y esta emoción se empaña por la forma en que mi ascenso se produce», afirmó. «Si bien estoy convencido de haber llegado por el camino correcto, experimento un profundo dolor al ver truncadas promisorias carreras de numerosos colegas. Nobleza obliga: prescindir de esa gente obrará en desmedro de esta Policía», agregó.
Los motivos del descabezamiento hecho por Sobisch no fueron explicados públicamente. El gobernador destacó ayer que «habíamos entrado en una etapa donde se discutía demasiado, donde era más fácil comentar hacia afuera los problemas en lugar de hacerlo hacia adentro; entendí que este era el momento de tomar un decisión y la adopté». Las fuentes policiales consultadas por «Río Negro» revelaron días atrás que el detonante de la expulsión de Cofre fue el anuncio público que hizo sobre un pedido de aumento salarial presentado al gobernador, en un momento en el que Sobisch no tenía previsto difundirlo. Sin embargo habría un aspecto más que derivó en el descabezamiento: el postergado y promocionado plan de seguridad del gobierno, pero que hasta ahora no logró implementar .
El nuevo jefe sostuvo que «estas situaciones suelen ocurrir y estamos preparados para afrontarlas, aunque no quiero dejar pasar la oportunidad para agradecer a mis colegas que aun perplejos por el abrupto final de sus carreras, me ofrecieron su colaboración. Me siento en paz con ustedes y conmigo mismo».
También admitió que la designación lo tomó por sorpresa. «Ya culminando mi camino, en realidad preparando mis cosas para irme y quedarme en casa dando por terminado este periplo policial, el destino me hizo un nuevo guiño. No salgo de mi sorpresa».
Textual
Cofré: «Me voy convencido de que actué correctamente cuando se motorizaron los requerimientos de mejora salarial. Por vía orgánica e institucional, elaboramos una propuesta seria y fundamentada con la activa participación del ministerio de Seguridad y que se construyó con el consentimiento de la ministra (Susana) Arévalo. Esto se difundió como un mecanismo para descomprimir la situación existente que provenía de los cuadros y que cobraba fuerza a la luz de una urgencia evidente. Nosotros nos propusimos lograr un equilibrio entre el pedido de las bases y la respuesta de las autoridades que estaban convencidos para actuar lealmente, lo que significaba no permitir la caída del servicio de seguridad y el quiebre de la institución con las secuelas que dejan los reclamos que no son orgánicos».
Trepat (al gobernador): «Si algo tengo que ver en esta decisión que usted toma de alejar a este personal que era muy valioso, pido perdón por si mi gestión causó en alguna medida este perjuicio».
Sobisch: «Ante indicadores que existían, y que eran expresiones del jefe y del subjefe, tomé las medidas necesarias para no generar un estado de asambleísmo dentro de la fuerza. Pero había que hablar con Cofré y Trepat sobre si era posible un autoacuartelamiento».
Zalazar: «Es muy difícil procurar el bien de los demás cuando uno no se siente bien. Aunque si se puede intentar cambiando alguna forma de ver las cosas, procurando un buen ambiente laboral (…)». (AN)
«Malestar y preocupación» de los oficiales retirados
NEUQUEN (AN).- El Círculo de Oficiales Retirados de la Policía neuquina expresó su «profundo malestar, desacuerdo y preocupación por las consecuencias institucionales que podrían derivar» del descabezamiento de la conducción de la fuerza.
Mediante una solicitada
que se publica en esta edición, el Círculo señala que «el recambio generacional, inoportuno y desacertado, atenta contra los principios básicos del profesionalismo en las organizaciones policiales».
«Cualquier plan de seguridad se sustenta en el recurso humano», añade. «Advertimos que la reconstrucción organizacional, si esta pudiera realizarse, requerirá varios años de recomposición. Esto se encuentra en abierta contradicción con la declamada urgencia de la necesidad de mejoramiento de la situación de inseguridad que vive la sociedad neuquina». Los retirados remarcan que «una equívoca decisión política respecto de los recursos humanos institucionales perjudica no sólo las capacidades de la misma, sino que en este caso, lo que es más grave, a la propia comunidad». Llama a reflexionar sobre «la racionalidad y razonabilidad» de los cambios, y expresa su apoyo a quienes «han tenido que asumir la conducción institucional en este crítico, grave e histórico momento».
Reclamo de esposas de los efectivos
NEUQUEN (AN).- Un grupo de 20 esposas de policías reclamó ayer en la puerta de la Jefatura un aumento salarial mayor al que otorgó el gobierno, que osciló entre el 8 y 20% según la jerarquía.
Las mujeres le entregaron un petitorio al jefe de Gabinete, Jorge Lara, en el que reclamaron un incremento de 30% al sueldo básico. «El aumento dado beneficia los ingresantes, pero para un sargento con 20 años de antigüedad llega a 70 pesos lo que es muy poco», indicaron en declaraciones a la prensa. También cuestionaron el retraso en el pago de los adicionales que realizan los policías. «Nuestros maridos los hacen para poder ganar un peso más, pero los cobrar con un retraso de entre 30 y 45 días», dijeron.
Otro eje fue el referido a la entrega de uniformes, que está congelada desde hace al menos un año. «Encima que cobran sueldos bajos, deben comprarse los uniformes porque la institución no se los da. Por eso queremos que se haga una entrega de dos uniformes por año».
El grupo de mujeres estaba integrado en su mayoría por esposas de efectivos de Centenario y esta capital.
Comentarios