Echan a símbolo de indocumentados

TIJUANA, México (AP) – Elvira Arellano, una indocumentada que se refugió durante un año en una iglesia de Chicago, para no ser separada de su hijo nacido en Estados Unidos, aseguró ayer que las autoridades estadounidenses tomaron la decisión de enviarla a México porque la consideraban una amenaza.

«Siento que para ellos yo era considerada una amenaza para Estados Unidos por lo que yo hice para levantar al pueblo y exigir una legalización'', señaló Arellano, quien se había convertido en una activista y en símbolo de la lucha de los padres que son indocumentados.

Arellano fue detenida el domingo por la tarde en Los Angeles, en las afueras de la iglesia de Nuestra Señora de los Angeles. Horas más tarde fue deportada, mientras que Saúl, su hijo de 8 años, permaneció en EE.UU., con amigos de la mujer, quien dijo que le resultó muy doloroso el tener poco tiempo para despedirse del niño. «Para mí fue difícil cuando Saulito entro en pánico al ver cómo los agentes rodeaban el carro, así que les pedí que me dieran un minuto para hablar con él y decirle que todo iba a estar bien, que no se preocupara por nada'', relató. La activista opinó que su lucha no fue en vano y confió en que tenga repercusiones para una reforma de inmigración.


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