Ecoleña, una alternativa que espera inversores

La fabricación de leña ecológica fue una alternativa de reciclado que funcionó durante un tiempo en General Roca, aunque dos incendios registrados con poco tiempo de diferencia dañaron la estructura de la planta y el proyecto permanece ahora “en espera”. La empresa Ecoleña, que se dedicaba a fabricar leña ecológica a partir de los desechos de aserraderos, surgió de la iniciativa de cuatro hombres: Esteban González, ingeniero en Petróleo e investigador; Héctor Renart, técnico mecánico y experto en metalúrgica pesada; Álvaro González, docente y el empresario Rubén Lago. La maquinaria fue hecha en forma artesanal, a modo experimental. “Queríamos demostrar que se podía hacer la ecoleña, que desde lo ecológico y lo ambiental es sano”, sostiene Lago. “Para fabricar la ecoleña no utilizamos ningún tipo de aditivo y el producto está libre de insectos o plagas. A su vez, tiene la ventaja que como la humedad que concentra es homogénea posee un mayor poder calórico”, explica. “Hicimos una experiencia con el INTA y quedó demostrado que la ecoleña sirve perfectamente para la lucha contra heladas, reemplazando al fueloil, que es tan contaminante”, detalla. “Ahora el proyecto está parado porque no tenemos el capital necesario para incorporar toda la tecnología que hace falta para que la planta pueda trabajar 16 horas por día. Puede ser un buen negocio, pero requiere una inversión que permita dar el salto de calidad”, finaliza Lago. Oportunamente, el emprendimiento fue declarado “de interés ambiental” por el Consejo de Ecología y Medio Ambiente de Río Negro y “de interés económico, productivo, social y ecológico” por la Legislatura provincial.


La fabricación de leña ecológica fue una alternativa de reciclado que funcionó durante un tiempo en General Roca, aunque dos incendios registrados con poco tiempo de diferencia dañaron la estructura de la planta y el proyecto permanece ahora “en espera”. La empresa Ecoleña, que se dedicaba a fabricar leña ecológica a partir de los desechos de aserraderos, surgió de la iniciativa de cuatro hombres: Esteban González, ingeniero en Petróleo e investigador; Héctor Renart, técnico mecánico y experto en metalúrgica pesada; Álvaro González, docente y el empresario Rubén Lago. La maquinaria fue hecha en forma artesanal, a modo experimental. “Queríamos demostrar que se podía hacer la ecoleña, que desde lo ecológico y lo ambiental es sano”, sostiene Lago. “Para fabricar la ecoleña no utilizamos ningún tipo de aditivo y el producto está libre de insectos o plagas. A su vez, tiene la ventaja que como la humedad que concentra es homogénea posee un mayor poder calórico”, explica. “Hicimos una experiencia con el INTA y quedó demostrado que la ecoleña sirve perfectamente para la lucha contra heladas, reemplazando al fueloil, que es tan contaminante”, detalla. “Ahora el proyecto está parado porque no tenemos el capital necesario para incorporar toda la tecnología que hace falta para que la planta pueda trabajar 16 horas por día. Puede ser un buen negocio, pero requiere una inversión que permita dar el salto de calidad”, finaliza Lago. Oportunamente, el emprendimiento fue declarado “de interés ambiental” por el Consejo de Ecología y Medio Ambiente de Río Negro y “de interés económico, productivo, social y ecológico” por la Legislatura provincial.

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