La restauración conservadora: análisis punto por punto de la plataforma electoral de Javier Milei

Volver a 1900, el sueño libertario. Arancelar salud y educación, privatizar cárceles, y reponer la Doctrina de la Seguridad Nacional, algunas de las propuestas.

Empieza un nuevo Siglo. Se abre la puerta de una nueva era de cambios sociales, políticos y económicos, tanto en estas pampas como a nivel global. Transcurre el año 1900. Argentina es “tierra de oportunidades”. Miles de inmigrantes cruzan el océano para escapar de la exclusión de la periferia industrial europea y probar suerte en un mundo nuevo. El telón de fondo es la división internacional del trabajo, en la cuál a nuestro país le toca jugar el rol de productor de materias primas. Las exportaciones no paran de crecer. Alcanzan para solventar con creces las importaciones, e incluso para pagar deuda del estado nacional naciente. Llueven las inversiones. Los capitales ingleses llegan en manada para extender la red de ferrocarriles o para dar vida a los frigoríficos. Por capacidad productiva, PBI per cápita y potencial de crecimiento, nuestro país es señalado como una de las principales economías del mundo. Tal es el mundo al que pretenden volver los libertarios.

El partido “La Libertad Avanza” que impulsa la candidatura presidencial de Javier Milei presentó ante la Justicia su plataforma electoral la semana pasada. En el encabezado del documento, la “Misión” del espacio político se resume en “volver a ser el país pujante que éramos a comienzos del año 1900”.

Para configurar una imagen completa de aquel 1900 que añoran los libertarios, hay que señalar algunos otros aspectos que caracterizaban “aquel país”.

Por ejemplo que el acceso al poder y al gobierno se estructuraba a través de elecciones fraudulentas realizadas mediante el voto cantado de algunos. Unos pocos privilegiados que representaban los intereses de las elites criollas.

Añoranza. Volver a 1900, el sueño de la construcción libertaria.

Un país donde las mayorías estaban postergadas, sin arte ni parte en el destino de la nación. Nada más lejano a la democracia.

Donde la concentración de la riqueza en pocas manos y las paupérrimas condiciones laborales eran el statu quo, y los privilegios la llave del progreso. Un mundo sin protección social del trabajo, la salud o la educación.

Ese también era el país de 1900. Y a confesión de parte, la plataforma de “La Libertad Avanza” parece indicar que tal descripción forma parte de la añoranza programática libertaria en relación al inicio del Siglo XX.

Principios de base


El valor más importante que tiene una plataforma electoral, es sentar la base de principios sobre los que luego se construye el programa de gobierno. Y naturalmente, describir luego ese programa. La declaración de principios y el diagnóstico inicial, son por lo tanto, la señal distintiva del rumbo que se pretende, y del lugar al que se quiere llegar en la gestión.

La plataforma libertaria para 2023, inicia listando los “valores” que dan sustento al plan de gobierno: “promovemos la eficiencia, la meritocracia, el esfuerzo personal, la defensa del derecho a la vida desde la concepción, el respeto por las normas, y la honestidad en la administración de los recursos públicos como fundamento”.

El valor más importante que tiene una plataforma electoral, es sentar la base de principios sobre los que luego se construye el programa de gobierno.

A continuación, el diagnóstico de base para la plataforma señala a “los gobiernos populistas”, a “la intromisión del estado paternalista”, y a “la relajación de los esfuerzos”, como la causa del derrotero de las crisis económicas que acechan al país.

Si se conjuga la meta (llegar a ser el país de 1900) con la declaración de principios, queda muy en evidencia que la construcción libertaria se parece demasiado al intento de impulsar una restauración conservadora.

Vieja y remanida


Al repasar la agenda económica que se propone implementar Javier Milei, existen pocas sorpresas, pero que las hay, las hay.

La columna vertebral del programa es la remanida receta ultra ortodoxa, a saber: fuerte recorte del gasto público, reducción de los ministerios del gobierno nacional a ocho carteras, reforma tributaria, flexibilización laboral, privatizaciones y reforma previsional. Nada nuevo bajo el sol. Tal vez la novedad reviste en la voluntad política de asumir el costo social que tendría una hoja de ruta semejante.

Sin embargo, el guión de La Libertad Avanza para 2023 le agrega una serie de particulares condimentos a la archiconocida receta liberal.

La construcción libertaria se parece demasiado al intento de impulsar una restauración conservadora.

El que podría generar mayor impacto de forma inmediata es “la progresiva eliminación de los planes sociales” que la plataforma libertaria establece como parte del diagnóstico de base para resolver la crisis estructural que atraviesa la economía nacional.

Pero el dato más llamativo, es quizá el horizonte temporal que se proponen como meta los libertarios. La plataforma dice textualmente que “concretar la reforma integral que se necesita costará 35 años”.

Si la proyección supone desde el vamos tres décadas de gobierno libertario, el lanzamiento de la plataforma de La Libertad Avanza es en sí misma la capitulación del discurso anti casta que Javier Milei ha enarbolado hasta el cansancio. Nada más propio de la casta, que un gobierno que se pretende a sí mismo en el poder por al menos tres décadas.

Recargada


La lista de medidas que adoptaría Javier Milei en caso de acceder a la presidencia de la nación, no solo sigue al pie de la letra el rancio libreto que históricamente propuso el Fondo Monetario Internacional en cada uno de los países donde intervino. Además, el recetario 2023 del partido libertario propone una “vuelta de tuerca” todavía más estricta en materias como trabajo, educación, salud y seguridad.

En materia laboral, la reducción de los aportes patronales resulta casi una obviedad libertaria. Lo que sorprende es la propuesta de “eliminar las indemnizaciones sin causa para sustituirlas por un seguro de desempleo”. No se especifica nada en absoluto respecto a cómo funcionaría dicho seguro, y a cargo de quien. Es decir, si el costo del seguro sería afrontado por las empresas, o si la idea es ir incluso más allá y obligar a los propios empleados a solventar el seguro para la cobertura de su propio despido.

Los libertarios proponen eliminar los convenios colectivos de trabajo y las paritarias. O lo que es lo mismo, desmantelar el sistema de protección social al trabajo y el salario.

La “libre contratación” es otro de los objetivos. Implicaría que las empresas puedan “negociar” de forma directa con el trabajador el monto del salario, sin regulación. La traducción es sencilla: los libertarios proponen eliminar los convenios colectivos de trabajo y las paritarias. O lo que es lo mismo, desmantelar el sistema de protección social al trabajo y el salario.

Respecto a la salud, el programa que trae Milei debajo del brazo es verdaderamente disruptivo. La propuesta es literalmente “arancelar todas las prestaciones”. A ello se agrega la “creación de un seguro universal de salud proporcional a la capacidad de pago del receptor del servicio”.

La idea es que nadie podrá recibir prestación alguna de salud si no paga. Se trata sin más de la privatización lisa y llana del sistema público de servicios de salud.

En otras palabras, la idea es que nadie podrá recibir prestación alguna de salud si no paga. Se trata sin más de la privatización lisa y llana del sistema público de servicios de salud. No existen detalles acerca de cómo podría determinarse la “capacidad de pago”, ni acerca de los criterios de equidad y cobertura a considerar, si es que los hubiese.

Una grata novedad, es que la agenda del libertario no incluye un mercado de compra venta de órganos como una propuesta programática. Algo que el dirigente ya se ha encargado de instalar mediáticamente, pero que quizá intuyó, no era positivo incluir por escrito a los fines reales de la campaña presidencial.

Una grata novedad, es que la agenda del libertario no incluye un mercado de compra venta de órganos como una propuesta programática.

En relación a la educación, los libertarios proponen un “sistema de vouchers cheque educativo” y agregan la intención de “descentralizar la educación entregando el presupuesto a los padres, en lugar de dárselo al Ministerio, financiando la demanda”.

En la práctica, equivale a que cada padre recibirá un cheque del Estado con el que podrá elegir a qué escuela llevar a sus hijos. La idea es (valga la repetición), que nadie más irá a la escuela si no paga. Y que en lugar de financiar de forma directa a las escuelas públicas y públicas de gestión privada, el Estado ayudará a quienes no puedan afrontar el costo.

En ese marco, la propuesta acerca de la eliminación de la ESI como contenido obligatorio, resulta casi un detalle anexo, colocado “casi al pasar” en el texto de la plataforma.

La concepción de los libertarios implica que la salud y la educación no revisten un derecho universal que el Estado debiera garantizar para cada uno de los habitantes del país.

En ambos casos, la concepción de los libertarios implica que la salud y la educación no revisten un derecho universal que el Estado debiera garantizar para cada uno de los habitantes del país, sino un servicio más, que se transa en el mercado y funciona en base a las leyes de la oferta y la demanda las cuales determinan “precio y cantidad”.

No obstante, el capítulo referido a la seguridad, es probablemente el más polémico. La plataforma de La Libertad Avanza refiere textualmente a la “construcción de establecimientos penitenciarios (alcaidías y cárceles) por sistema de gestión público-privada”. Se refiere sin eufemismos a la privatización del sistema carcelario. Y a ello agrega la necesidad de “militarizar los institutos durante el periodo de transición” y la de “estudiar la factibilidad de reducir la imputabilidad de los menores”.

¿Acaso Milei propone militarizar el Estado y perseguir la “amenaza” del que piensa distinto tal y como proponía la doctrina de la Seguridad Nacional setentista? El texto no lo aclara, aunque probablemente tampoco es necesario que lo haga.

A estas alturas del análisis y dada la vocación privatista libertaria, no llama la atención que las cárceles sean parte del combo.

Distinta es la sensación al leer el ítem que reza “promover una doctrina de la Seguridad Nacional y sus estrategias, acorde a las clásicas y las nuevas amenazas”.

La remembranza de la época más oscura del país, resulta inevitable. La doctrina de la Seguridad Nacional fue ideada por los EEUU durante la guerra fría y trasladada a los estados sudamericanos, impulsando las dictaduras de matriz ideológica ultra ortodoxa que “en busca del enemigo interno que amenazaba la nación”, asolaron a los pueblos latinoamericanos. ¿Acaso Milei propone militarizar el Estado y perseguir la “amenaza” del que piensa distinto tal y como proponía la doctrina de la Seguridad Nacional setentista? El texto no lo aclara, aunque probablemente tampoco es necesario que lo haga.

¿La dolarización? Lo de menos


“Me atrae mucho la propuesta que está estructurando Milei, pero creo que no debería enfatizar tanto su propuesta económica, porque de lo contrario parece que quisiera ser ministro de economía y no Presidente”. El elogio y la advertencia, fueron enunciados por Domingo Felipe Cavallo en una entrevista exclusiva con Diario RÍO NEGRO a fines de febrero.

Javier Milei recogió el guante, y en una reciente entrevista telefónica retrucó: “me piden que no hable de economía, pero cuando yo hablo de economía sube el rating”.

En efecto, cada vez con mayor asiduidad, los medios de comunicación y las redes sociales reproducen la propuesta del libertario respecto a la dolarización de la economía.

La “eliminación del Banco Central” está lejos de ser una metáfora. Por el contrario es una de las propuestas programáticas del los libertos.

La plataforma presentada en la justicia electoral, también da cuenta de la iniciativa más mediática de Milei. La “eliminación del Banco Central” está lejos de ser una metáfora. Por el contrario es una de las propuestas programáticas del los libertos. Cita también la “liberación inmediata de todos los cepos cambiarios”, a lo que hay que sumar una “competencia de monedas que permita a los ciudadanos elegir el sistema monetario libremente o la dolarización de la economía”.

No hay que ser un experto en marketing proselitista para comprender la estrategia comunicacional de Milei. Mientras el salario en pesos se desangra mes a mes al ritmo de una inflación que en vez de frenar acelera, crece la apertura social a cualquier tipo de receta que permita soñar con poner límite a los precios, por más disruptiva que sea tal propuesta.

Crece la apertura social a cualquier tipo de receta que permita soñar con poner límite a los precios, por más disruptiva que sea tal propuesta

Pero si se hila todavía un poco más fino, se comprende un poco más cabalmente el ‘por qué’ del enfoque que el despeinado dirigente dedica únicamente a la agenda económica. Resulta mucho más cómodo explicar las razones por las cuales es preciso prender fuego el Banco Central, que los motivos por los cuales sería necesario agitar el fantasma de un enemigo interno y luego, de exterminarlo.


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