Ecos del cacerolazo que copó el centro de la capital

Una marcha pacífica repudió a la corrupción en la política neuquina.
NEUQUEN (AN).- Las cacerolas sonaron más fuerte justo a la medianoche. A esa hora, más de un millar de personas había copado el monumento al General San Martín donde -con el fondo de ollas y latas y algunas banderas flameando- los manifestantes intercambiaban impresiones sobre la cámara oculta que dejó en evidencia al diputado Osvaldo Ferreyra y al gobernador Jorge Sobisch.

Entre los manifestantes había muchos vecinos del centro de esta ciudad, docentes y comerciantes y también se prendieron a los habituales paseantes que domingo a domingo recorren la avenida Argentina y la feria de los artesanos.

Cuando el nuevo día comenzaba a consumir los primeros minutos, un grupo mayoritario comenzó una lenta marcha hacia la Casa de Gobierno.

Algunos de los que estaban junto al monumento eligieron quedarse allí o regresar a sus casas mientras que otros se volvieron en el camino, quizá por temor a algún disturbio.

Ese tramo de la protesta fue tan ruidoso como ordenado. Y pasaron apenas unos minutos hasta que la columna volvió a la avenida Argentina que seguía parcialmente cortada y con un par de fogatas humeantes en una noche espectacular.

Allí recibieron el saludo de los automovilistas que hacían sonar las bocinas de sus vehículos. Poco antes de la una, se había diluido la cantidad de manifestantes pero sin embargo todavía retumbaban bocinas y cacerolas.

Se escucharon muchos gritos en contra del mandatario provincial. Algunos manifestantes portaban carteles contra la corrupción y el gobernador.

En todo momento, la manifestación fue pacífica aunque hubo un momento de tensión cuando un pequeño grupo de manifestantes increpó al camarógrafo del Canal 7. Le reclamaron por la supuesta posición oficialista del medio.

Eso fue interpretado como un coletazo de la manifestación que hizo el conductor del programa «Periodistas», Adrián Paenza, quien sostuvo que «ningún canal» de Neuquén respondió al pedido de darle lugar a los sectores críticos de la administración provincial. En el noticiero, ayer al mediodía, aseguraron que «nadie» del canal América, donde se emitieron los videos de la cámara oculta, les solicitó un estudio.

Durante el tiempo que duró el cacerolazo, la Policía provincial mantuvo una fuerte pero discreta custodia en los alrededores al monumento a San Martín.

También hubo un auto policial no identificado frente a la torre de la calle Almirante Brown donde viven el gobernador y su familia.


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