Edades y clase social

NEUQUÉN (AN).- Las profesionales sostuvieron que en las mujeres adultas víctimas de violencia pesan otros mandatos al momento de la denuncia.

“Nos encontramos con situaciones crónicas. (La violencia) ha estado más naturalizado en ellas, (mientras que) las chicas empezaron a tener referencias desde mucho más niñas y adolescentes. Y las mujeres más grandes ha sido más tarde, hay otros mandatos, estereotipos que están pesando: “cómo voy a dejar que mi familia se disgregue, o mantener la familia unida”. Generalmente hay un evento que marca un quiebre: ingresar al mercado de trabajo o la educación, porque empezaron a estudiar de noche, a tener amigas”, afirmó Morales.

Otras, dijo Jagla, “traen en la historia haber intentado la intervención de los juzgados, la policía, cuando eran otras épocas, y dónde no había mucha respuesta. Y entonces dicen “para que ahora otra vez.” También existe esta historia institucional que las marcó.”

En el informe se destaca que las mujeres que tienen un nivel universitario y terciario completo o incompleto son las que menos se acercan a denunciar.

“Cuando una mujer tiene un trabajo estable y remunerado tiene mayores posibilidades de lograr un corte o una separación, y tener una independencia económica. Quizás vienen al juzgado a pedir una orden de restricción. No tiene que volver por una cuestión económica”.

“Otra que hay es un prejuicio con las mujeres de mayor nivel económico y de escolaridad de venir al juzgado. Como que “no te tiene que pasar” si tenés un nivel alto de ingresos. Logran acuerdos con abogados particulares y prefieren mantenerlo en el ámbito privado”, contó Jagla.