EE. UU. pasa a la ofensiva en Cumbre de la Tierra

Comprometió 970 millones en tres años para proporcionar agua. Críticos dicen que no se trata de fondos nuevos sinos "reciclados".

JOHANNESBURGO (Reuters) – Respondiendo a sus críticos que lo acusan de ser un instrumento de las grandes empresas, Estados Unidos presentó ayer, durante la Cumbre para la Tierra, cientos de millones de dólares para proyectos de asistencia en todo el mundo.

Pero activistas y ambientalistas del Tercer Mundo, así como congresistas demócratas norteamericanos, denunciaron que no se trata de fondos nuevos y que además involucran alianzas con corporaciones que se beneficiarían más que los millones de pobres de Africa, Asia y América Latina. «Es esta cosa de amor-odio. Esto es parte de ser la nación más poderosa del mundo», dijo Andrew Natsios, director de USAID, el organismo de asistencia del gobierno estadounidense, quien agregó que otros países hablan mucho pero hacen poco.

El congresista del opositor Partido Demócrata George Miller calificó la presentación como «una idea reciclada y dinero reciclado». Otros dijeron que la posición del presidente George W. Bush, del Partido Republicano, en asuntos como el calentamiento global, podría debilitar la coalición contra el terrorismo. Pero funcionarios estadounidenses insistieron en que Bush estaba completamente comprometido con las metas de la cumbre para reducir la pobreza mediante un crecimiento que proteja el ambiente, pese a su decisión de no asistir a la reunión, que será clausurada la próxima semana.

Buscando aliviar el creciente enojo por el papel de las empresas en la cumbre de 10 días y la renuencia de los países ricos para hacer más por los pobres una década después de los compromisos hechos en Río de Janeiro, la policía dijo que había logrado un acuerdo para dejar que miles de personas marchen desde un barrio pobre hasta la elegante sede de la cumbre. Los organizadores de las Naciones Unidas dijeron que habían sido notificados de 218 alianzas internacionales en áreas que van desde servicios de salud hasta energía renovable, que pueden involucrar a gobiernos, empresas, autoridades locales y otras instancias. Estados Unidos ha comprometido 970 millones de dólares en tres años para proporcionar agua potable, mientras los proyectos presentados incluyen 52 millones de dólares para salvar bosques en la cuenca del Congo y 43 millones para iniciativas de energía. Pero algunos ambientalistas dicen que las alianzas podrían permitir a las empresas obtener ganancias al proporcionar servicios privatizados como electricidad o agua. Los críticos dicen que las naciones ricas están promoviendo las alianzas durante la cumbre para encubrir la falta de nuevos fondos gubernamentales o calendarios claros para hacer frente a males como el sida o promover el uso de la energía renovable.

«Se supone que los gobiernos deberían estar trabajando en un plan de acción con metas y calendarios y las formas de implementación», dijo el director de política climática del grupo ecologista Greenpeace, Steve Sawyer. «No podemos hablar de sociedades hasta que ellos hayan hecho eso», agregó.


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