El acceso norte a Neuquén está en total abandono
Faltan las señales y sobra la basura por todos lados. La obra costó cerca de 12 millones y nadie la cuida.
NEUQUEN (AN).- Guard-rails en mal estado, desagües llenos de basura, falta de señalización asfáltica, banquinas en desnivel, ingresos secundarios sin iluminación y carteles comerciales donde debería haber señalización vial son moneda corriente en el acceso norte, una obra que costó casi 12.000.000 de pesos y que nadie mantiene.
Son 3,5 kilómetros de cuatro vías que se extienden desde Rioja y diagonal España hasta el cañadón de las cabras. El responsable del mantenimiento vial no está completamente definido entre la municipalidad de Neuquén y Vialidad de la provincia.
El tramo está surcado por tres puentes vehiculares que comunican los barrios Copol y Alta Barda; 14 de Octubre y Salud Pública y el ingreso al barrio Mercantiles, Patagonia, Covictagan y Coperso. Se lo denomina «Acceso Norte» porque es el ingreso a la capital desde ese punto cardinal. La obra se ejecutó para unir la multitrocha a Centenario construida desde el Parque Industrial hasta esa ciudad. Ese último tramo fue concesionado a Caminos del Comahue, que cobra peaje en las cercanías de Centenario. Desde Parque Industrial hacia Neuquén, hay un cartel de la concesionaria que indica que hasta allí rige el mantenimiento de Caminos del Comahue.
En ese punto la falta de pintura vial sobre la cinta asfáltica también demuestra que nadie se hace cargo del resto del camino hacia Neuquén. La demarcación discontinua en el centro de la vía es imperceptible los días de lluvia, y la pintura blanca continua que debe marcar el ancho de la trocha, no existe.
En el tramo del denominado Cañadón de las Cabras hay dos intersecciones que se abren hacia caminos secundarios que no están señalizados. Uno de los cruces está ubicado en plena subida y cuenta con un aviso de intersección a menos de 50 centímetros del cruce. Ambos ingresos a la vía rápida carecen de Guard-rails y de iluminación nocturna.
En viaje hacia Neuquén se observa que desde el puente vehicular que permite el ingreso a Mercantiles hay una señalización vial aérea que ayer estaba tapada con el nylon de lo que fue un pasacalles.
La falta de pintura asfáltica se extiende a lo largo del recorrido e inclusive hasta el ingreso a Neuquén, en tanto el guardarail abollado en varios tramos es otra constante del camino.
Mientras en la parte central de la multitrocha -de ambos lados- sólo hay una línea discontinua tenue a causa de la falta de los «retoques» de pintura, en los sectores viales paralelos utilizados como derivadores de tránsito hacia los barrios a uno y otro lado de la multitrocha nunca fueron pintados.
La falta de la pintura vial que marca la anchura de la vía se ve agravada por el descalzamiento de la trocha y la falta de mantenimiento de las banquinas. En algunos sectores la diferencia entre la banquina de ripio y la cinta asfáltica es de cinco a diez centímetros.
En todo el tramo desde Parque Industrial hasta la rotonda de doctor Ramón, los sifones de los desagües aluvionales están tapados con botellas, matorrales y juncos secos. A lo largo del recorrido se pueden ver en los zanjones restos de calefones, de neumáticos, pedazos de colchones, perros muertos, paragolpes y hasta tambores de plástico de 200 litros.
Entre señales viales y carteles de los vecinos
NEUQUEN (AN).- La señalización vial y los carteles comerciales se mezclan a lo largo del recorrido del Acceso Norte.
En el derivador de tránsito que corre en forma paralela a la multitrocha entre los barrios Copol y 12 de octubre hay un cartel que dice «prohibido arrojar basura» y recuerda la vigencia de la ordenanza 4134 de 1991. En el lugar hay arrumbados y abandonados toneladas de postes de luz de concreto, que se mezclan con las basura arrojada en las cercanías.
En sectores donde habitualmente están colocadas las señalizaciones viales de intersecciones, giros o advertencias para el conductor se pueden encontrar también carteles privados que asoman sobre los guardarails o en los postes de luz que llaman la atención -y a la distracción- del conductor. Los hay con flechas que indican el camino a una «ferretería», o el anuncio de arreglo de «artefactos eléctricos» en lo alto y en medio de un cruce prácticamente sobre los guardarails arriba de un puente; o los más paquetes con el anuncio de un jardín de infantes o de un establecimiento de inglés que funciona en las cercanías.
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