El ambiental, tema central para la provincia
NEUQUÉN (AN).- La provincia de Neuquén está trabajando aceleradamente en una norma que contendrá las reglamentaciones para controlar la actividad de las petroleras que llevan adelante desarrollos no convencionales. Se usan hasta dos millones de litros de agua para fracturar un pozo. Y además de agua y arena (la bolitas que se utilizan como agente sostén) se inyecta a los pozos distintos químicos, como alcoholes y sales. La carga química es apenas del 0,5% del total del material que se inyecta pero su contenido y destino final del mismo es motivo de preocupación. El obispo de Neuquén Virginio Bressanelli ha sugerido incluso la posibilidad de que se realice una consulta popular que se expresa sobre el tema. Desde el vamos, Neuquén ha advertido que no autorizará el uso de agua de las napas y trabaja en la elaboración de una norma abarcativa. Así, el agua deberá obtenerse de los ríos o lagos y la que se recupere deberá ser tratada o reutilizada en otros yacimientos. De total del agua que se utiliza, el 30 o 40% sale con una carga residual de químicos además de bacterias traídas a la superficie durante la actividad extractivas. A ese conjunto se lo denomina “flowback”.
NEUQUÉN (AN).- La provincia de Neuquén está trabajando aceleradamente en una norma que contendrá las reglamentaciones para controlar la actividad de las petroleras que llevan adelante desarrollos no convencionales. Se usan hasta dos millones de litros de agua para fracturar un pozo. Y además de agua y arena (la bolitas que se utilizan como agente sostén) se inyecta a los pozos distintos químicos, como alcoholes y sales. La carga química es apenas del 0,5% del total del material que se inyecta pero su contenido y destino final del mismo es motivo de preocupación. El obispo de Neuquén Virginio Bressanelli ha sugerido incluso la posibilidad de que se realice una consulta popular que se expresa sobre el tema. Desde el vamos, Neuquén ha advertido que no autorizará el uso de agua de las napas y trabaja en la elaboración de una norma abarcativa. Así, el agua deberá obtenerse de los ríos o lagos y la que se recupere deberá ser tratada o reutilizada en otros yacimientos. De total del agua que se utiliza, el 30 o 40% sale con una carga residual de químicos además de bacterias traídas a la superficie durante la actividad extractivas. A ese conjunto se lo denomina “flowback”.
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