El antecedente

El anfiteatro está ubicado donde era el centro de maniobras de la antigua estación del ferrocarril. En la fosa había una gran rueda de hierro que cambiaba la dirección de las máquinas y vagones. Ese mismo espacio, que al retirar la maquinaria dejó un gran hueco en la tierra, se transformó en el anfiteatro de la ciudad, construido durante los ‘80 como parte del Parque Central.

La resistencia que montaron los integrantes del CAVA para defender un espacio público e histórico, tiene su antecedente en el Museo Gregorio Álvarez.

En 1985 un gran negocio inmobiliario amenazó con derribar el ex galpón del Ferrocarril para construir allí una gran torre de departamentos. Artistas y vecinos alertaron sobre el tema y comenzaron a reunirse en la biblioteca popular Juan B. Alberdi y en la Casa de la Fraternidad Ferroviaria. Presentaron notas y se instalaron todos los días en las puertas del galpón del ferrocarril. Meses más tarde lograron que el proyecto urbanístico se detenga y se destine ese lugar a museo. Así nació el Gregorio Álvarez.