El arduo y espinoso camino de la causa Temux
Al cabo de seis años de investigación, en el juzgado de Marcelo Muñoz, del fraude por poco más o menos de 30 millones de pesos, a valores actuales, en perjuicio del banco público de la provincia del Neuquén, el BPN, y superados algunos entreveros procesales parece que, después de que la fiscalía se pronuncie, el voluminoso paquete de expedientes sea elevado al tribunal de sentencia. Cuando ese paso se cumpla podrá saberse si en la lista de responsables de uno de los mayores negociados de que se tenga memoria en esta joven provincia están todos los que son. Hasta ahora, faltarían algunos. Uno, por lo menos. O dos. Si a algún ingenuo periodista se le ocurre pedir a los dos últimos jefes supremos de la provincia su opinión sobre el fraude, la elusiva respuesta será, muy probablemente, “eso está en manos de la justicia”. No ignoran que esas manos son tan débiles que pocas veces, muy pocas, alcanzan a asir con firmeza casos de tanto volumen. La víctima del fraude, el BPN, tiene también un jefe supremo de familia emepenista, hijo y nieto de hombres que hicieron historia en el partido oficial. Es Omar Gutiérrez, un hombre leal a la causa, nombrado por Sobisch después de la accidentada salida de Félix Racco, y ratificado por Sapag. Recientemente Muñoz dio vista de los más de 60 cuerpos de la causa al abogado contratado por el BPN como querellante, Oscar Pandolfi. Hasta donde se ha podido saber el plazo para que se pronunciara venció el 9 de setiembre último. Pandolfi pidió el sobreseimiento de cuatro funcionarios del banco imputados, que son la gerente general Adriana Velasco, la ex gerente de créditos Gabriela Naimo, Carlos Maidub y Daniel Merodio, sin que el juez se haya pronunciado hasta ahora. Entre los acusados de mayor nivel sobresale Juan Pablo Bugner (cuyo sobreseimiento no pidió Pandolfi), ex gerente general, ex director y ex supervisor del ministerio de Economía para el BPN y el Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo. No tan autárquico si se tiene en cuenta que Sobisch en el gobierno dijo que los créditos los otorgaba él (“el gobernador da los créditos, y si son para los amigos mejor”). El ex gobernador, que cuando fue visitado por el directorio del BPN en diciembre de 2004 autorizó un plan financiero para ayudar a Temux, no ha sido molestado con llamado alguno a declarar. Exportaciones que no fueron Por la irregular operatoria de comercio exterior desplegada en la sucursal Buenos Aires del banco mediante millonarios órdenes de pago de exportaciones que eran acreditadas en la cuenta corriente de Temux sin que, previamente, las divisas fueran acreditadas en la cuenta del banco corresponsal de Nueva York, el Standard Chartered Bank, están imputados los funcionarios Herrera, Cáceres y Corrado. No así Luciano Hoch, hijo de Abelardo Hoch, quien fue vicepresidente del grupo ASSA, asesor del BPN para, por ejemplo, la contratación sin licitación del sistema informático Bantotal. Este diario ilustró la amistad de Sobisch con la familia Hoch con una foto en la que el ex gobernador aparece en la fiesta de casamiento de Luciano. Esas operaciones de exportación fraudulentas generaban, en los años 2004 y 2005, partidas pendientes sin justificar en las conciliaciones bancarias del banco neoyorquino en cuyo control intervenía Hoch y también Norberto Corrado. En Neuquén esos papeles pasaban por las manos de Maidub, gerente de Finanzas, Néstor Pizzi, gerente de Contaduría General, Velasco, entonces subgerente de Contaduría y Finanzas, y Luis Jurijiw, gerente de Auditoría General. Existe en los papeles bancarios relativos a esas operaciones la leyenda “nosotros debitamos ustedes no acreditan”. Significaba que el banco corresponsal no acreditaba los dólares correspondientes a las supuestas exportaciones de Temux en la cuenta de esta empresa, no obstante lo cual el BPN debitaba contablemente al banco corresponsal y le acreditaba a Temux en su cuenta de la sucursal Buenos Aires. Así fue como en noviembre de 2004 las partidas pendientes sin justificar “nosotros acreditamos ustedes no debitan” ascendieron a 804.394,16 dólares, crecieron mes a mes hasta llegar a 4.244.371,59 dólares en febrero de 2005. No obstante el pronóstico de Sobisch, quien en julio de 2005 dijo en primera persona del plural -aunque sin mencionar quien lo acompañaría en el descubrimiento- “ya descubriremos quién ha tenido connivencia con la empresa para poder darle el castigo que se merece”, nada se descubrió hasta ahora. Solo se sabe que Sobisch gastó en su campaña hacia la Rosada una enorme masa de dinero que no ha sido debidamente justificada.
Jorge Gadano jagadano@yahoo.com.ar
Sobisch en el casamiento de Luciano Hoch.
Al cabo de seis años de investigación, en el juzgado de Marcelo Muñoz, del fraude por poco más o menos de 30 millones de pesos, a valores actuales, en perjuicio del banco público de la provincia del Neuquén, el BPN, y superados algunos entreveros procesales parece que, después de que la fiscalía se pronuncie, el voluminoso paquete de expedientes sea elevado al tribunal de sentencia. Cuando ese paso se cumpla podrá saberse si en la lista de responsables de uno de los mayores negociados de que se tenga memoria en esta joven provincia están todos los que son. Hasta ahora, faltarían algunos. Uno, por lo menos. O dos. Si a algún ingenuo periodista se le ocurre pedir a los dos últimos jefes supremos de la provincia su opinión sobre el fraude, la elusiva respuesta será, muy probablemente, “eso está en manos de la justicia”. No ignoran que esas manos son tan débiles que pocas veces, muy pocas, alcanzan a asir con firmeza casos de tanto volumen. La víctima del fraude, el BPN, tiene también un jefe supremo de familia emepenista, hijo y nieto de hombres que hicieron historia en el partido oficial. Es Omar Gutiérrez, un hombre leal a la causa, nombrado por Sobisch después de la accidentada salida de Félix Racco, y ratificado por Sapag. Recientemente Muñoz dio vista de los más de 60 cuerpos de la causa al abogado contratado por el BPN como querellante, Oscar Pandolfi. Hasta donde se ha podido saber el plazo para que se pronunciara venció el 9 de setiembre último. Pandolfi pidió el sobreseimiento de cuatro funcionarios del banco imputados, que son la gerente general Adriana Velasco, la ex gerente de créditos Gabriela Naimo, Carlos Maidub y Daniel Merodio, sin que el juez se haya pronunciado hasta ahora. Entre los acusados de mayor nivel sobresale Juan Pablo Bugner (cuyo sobreseimiento no pidió Pandolfi), ex gerente general, ex director y ex supervisor del ministerio de Economía para el BPN y el Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo. No tan autárquico si se tiene en cuenta que Sobisch en el gobierno dijo que los créditos los otorgaba él (“el gobernador da los créditos, y si son para los amigos mejor”). El ex gobernador, que cuando fue visitado por el directorio del BPN en diciembre de 2004 autorizó un plan financiero para ayudar a Temux, no ha sido molestado con llamado alguno a declarar. Exportaciones que no fueron Por la irregular operatoria de comercio exterior desplegada en la sucursal Buenos Aires del banco mediante millonarios órdenes de pago de exportaciones que eran acreditadas en la cuenta corriente de Temux sin que, previamente, las divisas fueran acreditadas en la cuenta del banco corresponsal de Nueva York, el Standard Chartered Bank, están imputados los funcionarios Herrera, Cáceres y Corrado. No así Luciano Hoch, hijo de Abelardo Hoch, quien fue vicepresidente del grupo ASSA, asesor del BPN para, por ejemplo, la contratación sin licitación del sistema informático Bantotal. Este diario ilustró la amistad de Sobisch con la familia Hoch con una foto en la que el ex gobernador aparece en la fiesta de casamiento de Luciano. Esas operaciones de exportación fraudulentas generaban, en los años 2004 y 2005, partidas pendientes sin justificar en las conciliaciones bancarias del banco neoyorquino en cuyo control intervenía Hoch y también Norberto Corrado. En Neuquén esos papeles pasaban por las manos de Maidub, gerente de Finanzas, Néstor Pizzi, gerente de Contaduría General, Velasco, entonces subgerente de Contaduría y Finanzas, y Luis Jurijiw, gerente de Auditoría General. Existe en los papeles bancarios relativos a esas operaciones la leyenda “nosotros debitamos ustedes no acreditan”. Significaba que el banco corresponsal no acreditaba los dólares correspondientes a las supuestas exportaciones de Temux en la cuenta de esta empresa, no obstante lo cual el BPN debitaba contablemente al banco corresponsal y le acreditaba a Temux en su cuenta de la sucursal Buenos Aires. Así fue como en noviembre de 2004 las partidas pendientes sin justificar “nosotros acreditamos ustedes no debitan” ascendieron a 804.394,16 dólares, crecieron mes a mes hasta llegar a 4.244.371,59 dólares en febrero de 2005. No obstante el pronóstico de Sobisch, quien en julio de 2005 dijo en primera persona del plural -aunque sin mencionar quien lo acompañaría en el descubrimiento- “ya descubriremos quién ha tenido connivencia con la empresa para poder darle el castigo que se merece”, nada se descubrió hasta ahora. Solo se sabe que Sobisch gastó en su campaña hacia la Rosada una enorme masa de dinero que no ha sido debidamente justificada.
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