El arte de exhibir arte
Cómo se muestran es clave para potenciar el valor de pinturas y esculturas.
Pinturas y esculturas, por supuesto, tienen un valor intrínseco. Pero éste de potencia y se comunica a través de cómo se exhiben. Lo que supone otra forma de arte, porque seduce la visión del público y exalta la calidad de la obra. Supone conocimiento del espacio y de la obra, intuición y estética para mostrarla. El curador, arquitecto Néstor Julio Otero es uno de esos estetas de las muestras, sabe cómo armarlas y es favorito de renombrados artistas en Buenos Aires y el interior. Utiliza la palabra «colgar» como una síntesis de una labor donde el hecho de vestir con arte salas vacías, darles contenido, alma y proyección siempre es un desafío que lo compromete.
«Vengo de la arquitectura, mi formación con la plástica se basa en el respeto por el trabajo del otro y, si bien hice exposiciones de arquitectura, nunca las realicé para arquitectos sino para el gran público» señala Otero, cuya actividad con las muestras viene de admirar lo que hacen ciertos artistas con miras una visión totalizadora de la actividad. «No estoy casado con ningún 'ismo' ni minimalismo, abstracción o expresionismo, no me interesa atarme a un línea rígida» agrega. Ese ejercicio de libertad lo hace maleable a los encargos de muestras, conjugando el interés de exhibir obras junto con el trabajo que implica cómo hacerlo.
En ese sentido da la impresión de que Otero disfruta con esos desafíos. Considera que » todo es posible». Incluso hay un momento en que se legitiman cosas, como sucedió con la muestra de Rembrandt en Buenos Aires hace unos cuatro años. «Allí se legitimó el tamaño pequeño, parece una pavada, pero resulta que volvió a poner el foco de atención en una obra un poco más grande que una estampilla. Una alerta, como señalando que todo no pasa por las grandes dimensiones, algo que se emparenta con la arquitectura y la moda de los lofts, grandes superficies que requerían pinturas de grandes dimensiones, porque lo pedía el espacio» comenta.
Y si de espacios se habla, Néstor Julio Otero se considera afortunado de haber expuesto en distintos lugares y de «sacarles el jugo espacial» será por eso que le parece fundamental el Centro Cultural Recoleta, «un abanico de salas distintas que son fenomenales» con las cuales, desde las más neutras a las que tienen un rasgo de estilo, estableció una relación de mucho acercamiento por el aprovechamiento de los diferentes ámbitos. Le sucede algo parecido con el Centro Cultural Borges y sus distintas salas. «Creo que aprovechar el lugar tiene que ver con el conocimiento de la arquitectura, del espacio. Entonces explica una suerte de trilogía que se produce: «está el lugar, la obra y la suma de las dos cosas me dispara a mí para mostrar tal o cual cosa de tal o cual manera».
Julio Pagani
Nota asociada: Componer en el espacio
Nota asociada: Componer en el espacio
Pinturas y esculturas, por supuesto, tienen un valor intrínseco. Pero éste de potencia y se comunica a través de cómo se exhiben. Lo que supone otra forma de arte, porque seduce la visión del público y exalta la calidad de la obra. Supone conocimiento del espacio y de la obra, intuición y estética para mostrarla. El curador, arquitecto Néstor Julio Otero es uno de esos estetas de las muestras, sabe cómo armarlas y es favorito de renombrados artistas en Buenos Aires y el interior. Utiliza la palabra "colgar" como una síntesis de una labor donde el hecho de vestir con arte salas vacías, darles contenido, alma y proyección siempre es un desafío que lo compromete.
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