El Bolsón, con la esperanza de lograr el despegue regional 

La localidad celebra hoy su Sus pobladores deben definir cuál es el real perfil.74 aniversario.

 La palabra que más se escucha en estos tiempos en El Bolsón es “esperanza”. Todos sueñan que el reciente recambio democrático signifique el esperado despegue regional.

Con una economía alicaída, con más motivos de bronca que de alegría, con inseguridades y algunos sueños truncos y otros por realizarse, los bolsonenses reciben este 74 aniversario de la localidad.

Sergio Wisky es el flamante intendente. Médico joven, con experiencia en lo social y muchas ganas de hacer cosas, se enfrenta con algunos juegos esquivos que impone a veces el ejercicio democrático. El nuevo intendente representa la esperanza. Por el caudal de votos que lo llevó a la comuna, confía en que pueda cambiar viejos vicios de gestión y transparentar una municipalidad que durante mucho tiempo se caracterizó por legislar en las sombras.

El Bolsón tiene que plantarse de cara al 2000.

La frase, con todo lo que implica, no sólo es un slogan publicitario. Los pobladores deben plantearse qué localidad quieren y cómo deben lograrla, se afirma.

El famoso “perfil ciudadano” debe comenzar a definirse entre lo turístico y productivo, u optar con ganas por las dos variantes, agregan. “Tenemos que tomarnos las cosas en serio. Basta de coqueteos con utopías irrealizables. Seamos coherentes con lo que tenemos y comencemos a crecer desde allí” señaló un dirigente local.

Aquel “argentinos, a las cosas” del pensador español, podría aplicarse hoy en El Bolsón. Es hora de que todos, deponiendo vagas apetencias personales, comencemos a revisar nuestras cuentas. Tal vez se descubra que las columnas del “debe” y el “haber” no están tan lejos de equilibrarse.

“Mientras esta toma de conciencia avanza, lo más inteligente es dar una cuota de confianza a los que mandan. De nada sirve desangrarse en críticas estériles a tan poco tiempo de gestión”, confesaron a “Río Negro” varios vecinos.

“Tengo un sueño”, dijo Martin Luther King. Los habitantes de El Bolsón afirman tener miles de sueños resumidos en uno: crecer, deponer viejos enfrentamientos, comenzar a ser la localidad grande, pujante, económicamente activa que pensaron los que dieron vida a la localidad.

A 74 años de distancia de aquel día, tal vez ese sueño no esté tan lejos. (AEB)

Dependencia casi exclusiva del turismo

El turismo es uno de los pilares económicos de El Bolsón, junto con la producción agropecuaria. En estos días, la oleada de visitantes permite alentar la esperanza de “una buena temporada”, aunque los números no cierran como deberían. “Muchos turistas pero poco gasto” parece ser el resumen de lo que va de la temporada.

El Bolsón depende del turismo. Pero también sufre una marcada estacionalidad que obliga a los prestadores del sector a confiar en el verano como único medio de subsistencia para el resto del año. El invierno, que deja buenas ganancias en otras localidades cordilleranas, aquí pasa con más pena que gloria.

Si a este panorama se le suma la depresión que afecta al sector productivo, más de un analista económico podría deducir que la crisis es generalizada.

Tal vez no tengan en cuenta la fortaleza espiritual de los bolsonenses. Ni la peor de las crisis ha hecho perder de vista las ganas de seguir creciendo, de seguir confiando.

En este marco se destaca la Feria Regional Artesanal. Aquella que nació en los 70 como expresión acabada de la cultura hippie y su necesidad de volver a lo natural hoy es uno de los puntos de referencia económicos con mayor actividad en la región.

Compuesta por mas de 300 puestos de artesanías, las miles de personas que llegan de visita, dejan en la feria un caudal de dinero imposible de soslayar. Salvo algún esfuerzo individual exitoso, como la Cooperativa Telefónica, los feriantes son parte de la verdadera “población económicamente activa” en medio de una sociedad que depende mucho de los vaivenes salariales de la provincia.

Coopetel El Bolsón, la cooperativa que nació para brindar servicios de telefonía creció en el tiempo. Hoy, con actividades diversificadas, es uno de los referentes de la economía regional. El marcado crecimiento le permite ser oferente laboral en tiempos en los que no abunda en la región.

Las cifras de necesidades básicas insatisfechas (NBI) de la localidad, superiores al promedio provincial (35,13% sobre el 22,4% de Río Negro) son preocupantes.

En el reciente análisis que presentó el intendente Wisky se destaca que “en El Bolsón hay una baja proporción de la población económicamente activa sobre el total de habitantes”. Además hay una alta tasa de NBI hacinamiento (22,07%) y alto porcentaje de la población sin cobertura de salud (57%).

Explicó que “toda sociedad que se proponga lograr crecientes niveles de bienestar para su población, debe conciliar tres cuestiones básicas que integran permanentemente la agenda de los gobiernos. La materialización de de una sociedad descripta requiere una una intensa movilización de voluntades y de recursos, que exigirá a su vez la participación activa de la sociedad bolsonesa, sus empresas y su gente`, concluyó.

Las dos palabras que los bolsonenses deberán incorporar al diccionario cotidiano para sacar a la localidad de la crisis. (AEB)


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