El Brasil no puede controlar una epidemia de dengue

El 30 por ciento de los empleados brasileños que trabajan en shoppings y el 10 por ciento en las industrias faltan a su trabajo por haber contraído dengue, por lo que algunas actividades corren riesgo de paralizarse en dos o tres semanas si no se controla la epidemia.

«Si la epidemia continúa a este ritmo, en dos o tres semanas algunas industrias van a tener que parar la producción», advirtió el médico Sergio Bastos Medeiros, director de Salud de la Federación de Industrias del Estado de Río de Janeiro.

La epidemia de dengue en el Brasil comenzó hace alrededor de un mes en el estado de Río de Janeiro y ya causó 17 muertos en todo el país y unos 40 mil infectados sólo en ese estado brasileño.

La acción devastadora del mosquito aedes aegypti, transmisor de la enfermedad, también llegó cerca de la frontera con Argentina y Uruguay, con cientos de casos en Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, donde hubo un muerto.

Por esta razón, las autoridades sanitarias argentinas están en máxima alerta aunque este año sólo se registraron dos casos, pero de personas que contrajeron el virus en Brasil. Los especialistas brasileños lanzaron ayer una nueva alarma al señalar que la epidemia puede agravarse cuando en marzo empiece la estación de lluvias, lo cual favorecerá la reproducción del mosquito transmisor de la enfermedad.

A poco más de un mes de su inicio oficial, el dengue se convirtió en la epidemia más letal entre todas las que sufrió el estado de Río de Janeiro.

«Si bien la cantidad de muertos llegó a 17, podría elevarse a 33 si se confirman los 16 casos de muertes sospechosos que son analizados por la secretaría municipal de Salud», afirmó el subsecretario de Salud, Mauro Marzochi.

El dirigente atribuyó la alta cantidad de muertes a la acción de un nuevo virus, el número 3, «que, según nuestros estudios, es el más grave». Según los últimos datos, en el estado de Río existen 39.502 personas enfermas de dengue, una enfermedad para la cual no existe aún una vacuna.


El 30 por ciento de los empleados brasileños que trabajan en shoppings y el 10 por ciento en las industrias faltan a su trabajo por haber contraído dengue, por lo que algunas actividades corren riesgo de paralizarse en dos o tres semanas si no se controla la epidemia.

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