El café más tradicional de la Mitre
Mantener su espíritu le valió la fidelidad de sus parroquianos.
Genuino marketing
Emplazado en la primera cuadra de la calle principal, el bar Gino lleva casi medio siglo sirviendo café a sus fieles clientes barilochenses. Hay vecinos que afirman no poder iniciar la jornada si no toman un “cortadito mediano” y otros puntualmente concurren los mediodías, para probar uno de sus sándwiches, ensaladas o platos del día. Entre sus cuatro paredes se comentaron cinco décadas de historia local, con testimonios directos de sus protagonistas.
Está ubicado en Mitre, a metros del Centro Cívico. Es pequeño, con capacidad para una docena de personas sentadas y por ello en verano tiene mesitas en la vereda y la galería. Si bien sufrió dos importantes renovaciones, mantuvo el espíritu y el nombre de sus creadores: Nieves y Gino de Pellegrin.
Es el café-bar más antiguo de la calle principal. No obstante, no fue el primero y obviamente no es el único.
En el recuerdo permanece el Bar América, en la esquina de Mitre y Palacios, que durante décadas albergó a residentes y turistas, lo mismo que El Palenque y El Viejo Munich. También Don Pepone, donde actualmente se ubica Don Pancho, otro clásico del centro.
Gino es un bar particular. Su ubicación hace que sea frecuentado por residentes y turistas, pero su horario y su impronta están pensados en el público local. Abre de lunes a viernes de 8 a 20, cierra el sábado al mediodía y, salvo excepciones, permanece cerrado los domingos y feriados.
Por las mañanas es frecuentado mayoritariamente por varones, en general mayores de 50 años, la mayoría sin necesidad de cumplir horarios. Al mediodía el público es por demás heterogéneo y por las tardes también se suman numerosos turistas. Al anochecer vuelven los que arriban a la mañana y hacia las 20 el local se cierra.
Tal vez la principal característica es que siempre mantuvo su público, pese a los cambios de administración y atención. En particular es un lugar de referencia y encuentro entre los barilochenses, pese a ser muy pequeño. Muchos de ellos, si está lleno, hacen algún otro trámite y vuelven… no optan por elegir otro café.
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