El calentamiento de las Américas
Si uno escucha a algunos de los expertos que redactaron el informe de las Naciones Unidas sobre el calentamiento global dado a conocer la semana pasada, pareciera que el aumento del nivel de los mares hará que el agua llegue hasta nuestros dormitorios y nos saque de la cama en el medio de la noche.
Suena un poco inverosímil, pero muchos investigadores dicen que los cambios climáticos tendrán un impacto mayor y más cercano de lo que muchos creemos.
A principios de esta semana, después de que científicos de 113 países dieran a conocer el documento del Panel Intragubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, llamé a varios de sus autores para preguntarles qué podemos esperar en el hemisferio occidental si el calentamiento global sigue su curso.
Según el informe, la temperatura mundial aumentará entre 2 y 4,5 grados centígrados este siglo principalmente por las emisiones de dióxido de carbono de los Estados Unidos y la rápida deforestación de la selva del Amazonas y eso va a causar que los océanos crezcan de 18 a 59 centímetros en el mismo período. La ONU recién dará a conocer proyecciones regionales en los próximos meses.
En base a estas proyecciones generales, ¿qué se puede esperar que suceda en las Américas?, pregunté a Osvaldo F. Canziani, copresidente de uno de los grupos de trabajo del Panel.
Canziani me dijo que un incremento de uno a dos grados centígrados en la temperatura global en las próximas dos décadas causará enormes trastornos en la región.
La elevación de los océanos va a causar inundaciones severas en las áreas costeras de los Estados Unidos incluida Miami y el Caribe, el golfo de México y la cuenca del Río de la Plata. Esto puede afectar a grandes ciudades como Buenos Aires y Montevideo.
Los glaciares, en la cordillera de los Andes en Perú, Colombia y Ecuador, se derretirán a un ritmo cada vez mayor, creando acumulaciones de agua que causarán inundaciones y avalanchas de barro. Esto pondrá en gran peligro a muchas poblaciones en las montanas.
Mientras tanto, la deforestación del Amazonas, entre otras cosas por el hecho de que Brasil y sus vecinos están destruyendo grandes áreas de la jungla para aumentar sus crecientes exportaciones de soja a China, provocará una reducción de las precipitaciones en una gran parte de América del Sur. Esto no sólo aumentará los incendios forestales, sino que causará escasez de agua en las grandes ciudades.
Modificaciones en las corrientes de aire, por el cambio climático, harán caer menos precipitaciones en algunas áreas y más en otras. La precipitación anual disminuirá hasta un 20% en México, América Central, el noreste de Brasil y el sur de Chile, mientras que se incrementará en un 15% en la cuenca del Río de Plata.
Por otra parte, el calentamiento global beneficiará a Canadá, cuyas regiones cubiertas de hielo se convertirán en bosques, incrementando la producción agrícola y el turismo.
Los expertos coinciden en que los sectores más pobres de la población van a sufrir el peor impacto de los cambios climáticos, debido a que tienden a vivir en las áreas más expuestas, en casas más frágiles y no cuentan con sistemas de alarma rápida. «En América Latina, los políticos todavía no piensan que esto sea importante», me señaló Canziani.
Los críticos del documento dicen que en los últimos años han habido varios reportes apocalípticos de las Naciones Unidas que terminaron siendo erróneos y que no hay pruebas contundentes de que el calentamiento global sea causado por la emisión de combustibles fósiles, como dice el Panel. Según los críticos, han habido períodos de calentamiento global hace miles de años, mucho antes de que los humanos empezaran a manejar camionetas 4×4.
«El reporte del Panel no es concluyente», dice Israel Ortega, un vocero de la Fundación Heritage en Washington D.C. «El debate apenas está empezando».
Mi opinión: estoy de acuerdo en que los grupos de científicos de las Naciones Unidas no siempre dan en la tecla. A finales de los años setenta, decían que se venía una nueva era glaciar y que habría hambrunas masivas en la India. Y ocurrió todo lo contrario: el mundo se calentó y la India ahora exporta alimentos.
Sin embargo, el sentido común me dice que algo raro está pasando. En los últimos años, hemos visto temperaturas extremas en Estados Unidos, el primer huracán en la costa sudeste de Brasil y granizo del tamaño de pelotas de golf en Buenos Aires.
El clima se está volviendo loco. Es tiempo de que tomemos este tema mucho más en serio, antes de que suba la marea y el agua nos saque de la cama.
ANDRES OPPENHEIMER (*)
Especial para «Río Negro»
(*) Periodista argentino. Analista internacional. Miami.
Si uno escucha a algunos de los expertos que redactaron el informe de las Naciones Unidas sobre el calentamiento global dado a conocer la semana pasada, pareciera que el aumento del nivel de los mares hará que el agua llegue hasta nuestros dormitorios y nos saque de la cama en el medio de la noche.
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