El secuestro de Giménez

NEUQUÉN (AN).- José Antonio Giménez declaró incansablemente en la Justicia por su detención y tortura en “La Escuelita” de Neuquén y por su paso en otros centros clandestinos durante la dictadura militar; pero falleció antes de que su caso llegara a juicio y ayer dos testigos revelaron algunos de los detalles de su historia de secuestro. Susana Mordasini, a los 16 años en 1977, compartió el secuestro con Giménez cuando ambos se encontraban en el “tercer piso de presos políticos”, como le dijo uno de sus carceleros, en Superintendencia de Seguridad Federal, en Buenos Aires. Mordasini detalló que vino a pasar sus vacaciones en enero a la casa de sus abuelos cuando fue sacada de la vivienda por civiles que la llevaron a la comisaría de Neuquén. La adolescente fue trasladada el 9 de febrero en avión hasta Buenos Aires. Una vez en Coordinación Federal permaneció en celdas separadas con otros seis secuestrados, y uno de ellos era de Neuquén y se llamaba José Antonio Giménez. “Otro de los detenidos me dijo que era de Neuquén y que estaba ahí por reclamar por su hija desaparecida”, dijo Mordasini quien aclaró que sólo en una oportunidad pudo estar cerca de Giménez “pero se interpuso uno de los carceleros, que me dijo que no hablara con él porque estaba loco: era delgado, de lentes, tenia el pelo gris y no usaba ni barba, ni bigote”; describió la testigo. Giménez fue secuestrado en Cipolletti en 1977, llevado al centro clandestino “La Escuelita”, desde donde fue trasladado en avión hasta el centro clandestino de Coordinación Federal. Pasó por Campo de Mayo y volvió a ser torturado en “La Escuelita”. Estuvo en la U9, fue trasladado al penal Rawson y finalmente a La Plata, donde obtuvo su “libertad vigilada”, en 1981.