El club allanado y Macri a declarar

Las oficinas del estadio de Boca fueron allanadas ayer en el marco de las investigaciones por presuntas irregularidad en el superclásico, una causa que lleva adelante el juez de instrucción Mariano Bergés.

Paralelamente, pudo saberse que el estadio boquense podría permanecer inhabilitado mientras no se cumpla con las modificaciones requeridas, lo que pondría en peligro la utilización del estadio para la revancha por los cuartos de final de la Copa ante el Sao Caetano, de Brasil.

El procedimiento fue confirmado por fuentes judiciales, que eludieron brindar precisiones pues «cualquier cosa que trascienda puede dificultar la investigación».

No obstante, se pudo averiguar que el allanamiento es consecuencia de relatos de testigos que comparecieron en el marco de la causa y que habrían reconocido algunos de los hechos que investiga Bergés.

Entre esos hechos estaría que al menos un supuesto barra brava de Boca autorizaba o rechazaba el ingreso de personas a la bandeja media del estadio que da espaldas a la Casa Amarilla, tal como denunció en la víspera el secretario de Seguridad en el Futbol, Javier Castrilli.

Las fuentes consultadas no descartaron que, como consecuencia de los testimonios y del allanamiento, el presidente de Boca, Mauricio Macri, y otros directivos, sean convocados para la semana próxima para prestar declaración indagatoria.

 

Pompillo: 'Estoy mal'

El vicepresidente primero de Boca, Pedro Pompilio, aseguró que prestará «toda su colaboración en la causa» judicial por la que se investigan presuntas irregularidades en La Bombonera, pero luego confesó que se sentirá «como un bolu…» si el equipo debe mudar su localía en la Copa. Tal afirmación, impropia en un dirigente que se expresa con refinados términos fue producto de un profundo malestar, generado -según enfatizó- al no hallar «voluntad» en las autoridades de los organismos de seguridad y de la Justicia para levantar el veto que pesa sobre La Bombonera.

«Estoy muy mal -añadió Pompilio-. Y me sentiré como un boludo si Boca no es local en su cancha el próximo martes», cuando está programado el desquite de los cuartos de final. Recordó con indisimulable malestar que «anoche (por el martes) estuve durante más de tres horas hablando a corazón abierto» frente a los miembros del Comité de Seguridad Deportiva y el titular del Programa de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, Javier Castrilli. «A esa reunión no fui a decir que somos los mejores, pero tampoco los peores. Atenderemos los requerimientos de la Justicia, cumpliremos con lo que nos exigen, pero no llegamos a tiempo (con los trámites de rigor) hasta el martes venidero», advirtió Pompilio a la radio La Red.

Nota asociada: La solidez de siempre y la 'semi' cerca de los dedos  


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