El cocalero Morales luchará por la presidencia de Bolivia

Disputará en el Congreso con el favorito, el liberal Sánchez de Losada

El indígena socialista Evo Morales, cuyo meteórico ascenso lo pone en el umbral de una histórica disputa por la presidencia de Bolivia, provocó una revolución en las urnas apoyado en un discurso radical contra el modelo de libre mercado y la política antidrogas impulsada por EEUU aplicada en el país.

Afirmándose en el segundo lugar del escrutinio, con apenas 706 votos encima del ex capitán populista Manfred ReyesVilla, cuando se lleva contado el 99, 78% de los sufragios, el ex músico y futbolista de origen aymara-quechua de 42 años y soltero, disputará en el Congreso la presidencia con el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

La fórmula de su éxito parece simple: «al margen del problema económico, social y de discriminación creo que fue importante el «voto bronca» contra partidos que sólo aparecen en elecciones y con prebenda», consideró.

La carrera de Morales comenzó hace dos décadas cuando tuvo que emigrar a la región tropical del Chapare (centro) huyendo de una feroz sequía que asoló los poblados andinos.

Desde el puesto de secretario de deportes de un pequeño sindicato en 1981, el titular del Consejo Andino de Productores de Coca, se catapultó a la presidencia de las cinco federaciones de productores de coca.

El discurso socialista de Morales se debe a la enorme influencia de la migración al Chapare de miles de ex mineros despedidos de los yacimientos tras la ola de privatizaciones ejecutada en 1985 por el extinto presidente Víctor Paz Stenssoro, fundador del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el partido de Sánchez de Lozada..

Defensor de la libre plantación de la coca, Morales encabezó cuanta protesta social pudo y puso en jaque con cuatro cortes de ruta de hasta un mes de duración a los gobiernos del extinto Hugo Banzer (1997-2001) y su sucesor, Jorge Quiroga, en cuyo corto mandato de un año hubo siete cocaleros muertos en choques con la policía antidroga.

Entre 1998 y 2002, ambas administraciones destruyeron unas 45.000 hectáreas ilegales de coca en el Chapare, al influjo de inflexibles políticas sustentadas por Estados Unidos que financia las tareas de eliminación de cocales y mantiene una fuerza de unos 2.000 reservistas en la región.

En enero de este año, Morales fue despojado de su inmunidad y expulsado de su curul de diputado bajo la sospecha de haber instigado a la violencia, mientras la prensa deslizaba que la clase política boliviana había recibido presiones de la embajada estadounidense para esta acción.

En la antesala de la justa electoral, el embajador de Estados Unidos, Manuel Rocha, advirtió al electorado que se abstenga de votar por el cocalero porque estaría en riesgo la ayuda económica a su país. Su declaración benefició a Morales.

Como ningún candidato la mitad más uno de los sufragios, el Congreso deberá elegir el 4 de agosto entre los dos candidatos más votados, que serían Sánchez de Lozada y Morales.


El indígena socialista Evo Morales, cuyo meteórico ascenso lo pone en el umbral de una histórica disputa por la presidencia de Bolivia, provocó una revolución en las urnas apoyado en un discurso radical contra el modelo de libre mercado y la política antidrogas impulsada por EEUU aplicada en el país.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios