El conflicto del istmo sigue latente

Es por las tierras en los lagos Mari Menuco y Los Barreales, que fueron otorgadas a organizaciones intermedias y los mapuches reivindican como propias. Recién podría resolverse en noviembre, cuando termine el relevamiento territorial a cargo del INAE.

El diferendo que se generó hace cinco años cuando la Provincia mediante licitación adjudicó a organizaciones intermedias 720 hectáreas del istmo que separa los lagos Los Barreales con el Marí Menuco, en Añelo, para un mega desarrollo turístico-inmobiliario, tiene una fecha de vencimiento: el 23 de noviembre.

Ese día vence el plazo que la ley nacional 26.160 fijó para terminar el relevamiento territoral de las comunidades indígenas en todo el país, con el fin de que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) realizara un relevamiento técnico, jurídico y catastral de la situación dominial de las tierras ocupadas por comunidades indígenas.

El ministro de Seguridad, Trabajo y Ambiente, Jorge Lara, que está a cargo del diferendo desde cuando era secretario de Coordinación del Interior, sintetizó que del resultado del relevamiento depende en gran parte, o en toda, la resolución del conflicto.

“El relevamiento no se cerró porque en 2015 el convenio terminó, pero estoy firmando uno nuevo y en febrero se reanudará”, dijo.

“Quienes reclaman las tierras son la comunidad Kaxipayiñ y la Paynemil, esta última sólo una parte. Son reclamos, no está diciéndose que les pertenece, si tienen razón o no. Eso se aclarará después que se eleven los relevamientos con opinión de la provincia a Nación”, advirtió.

Como se viene informando los adjudicatarios piden que la Provincia les escriture las tierras, pero los mapuches no sólo sostienen que ellos son los dueños sino que han cerrado los caminos de acceso.

“No se los puede desalojar. Si ellos (los mapuches) se paran ahí y dicen esto es mío, no se los puede desalojar por la ley. Porque presentan un recurso y no se los puede sacar. El gobierno no puede avanzar en escriturar esas tierras hasta que no termine el relevamiento”, señaló Lara.

En cuánto a cuáles pueden ser las vías de solución señaló: “Nación dice qué hay que hacer: si es un terreno privado, si se indemniza, si no tienen razón, si se releva y se cambia de lugar. Hay tres posibilidades: compensación dineraria, compensación con otras tierras iguales o expropiación en el caso de privados. Eso está en proceso, mientras dure nosotros no podemos escriturar, no podemos avanzar hasta noviembre de 2017”.

Consultado si es posible una solución, como se supo, por una compra o intercambio de tierras, sostuvo que “una negociación intenté yo para cambiarles esas tierras por otras, no llegamos a buen puerto. Después cambiaron las autoridades de la comunidad y según conozco están en tratativas de negociación entre ellos, sin la intervención del gobierno. Por la vía de la negociación también se puede avanzar”.

En Aucapán el diferendo de las comunidades es con un estanciero. Aquí el relevamiento ya se realizó, pero resta que el INAE haga conocer su pronunciamiento.

Los protagonistas

Datos

En Aucapán el diferendo de las comunidades es con un estanciero. Aquí el relevamiento ya se realizó, pero resta que el INAE haga conocer su pronunciamiento.
7
entidades, entre ellas gremios, fundaciones y sindicatos, tienen tierras adjudicadas.
52
son las comunidades indígenas reconocidas en Neuquén, 26 ya fueron relevadas y de ellas 12 fueron informadas al INAE.

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