El confuso «regreso» de los fondos de Santa Cruz

El gobernador santacruceño Daniel Peralta anunció finalmente que los polémicos fondos de su provincia volverán el martes al país a través de una «ingeniería bastante complicada», pero insólitamente no supo decir de cuánto dinero está hablando.

«Kirchner me pidió que cuide los fondos y los gaste bien». «Lo único que yo recibí de ellos (el matrimonio K) es apoyo y acompañamiento. Con la humildad que tienen de aceptar discutir, ellos que llegaron a todo…»

Estas y otras referencias afectuosas reproducidas ante «Clarín» ayer, parecen querer expresar que quedó atrás el breve enfrentamiento que el gobernador libró con los Kirchner y cuyo efecto más evidente para su gestión fue sentir cómo Nación le demoraba remesas para el pago de certificaciones de obras o para los sueldos y pagos a proveedores atrasados. El peor momento de esa lucha fue cuando Peralta dejó al desnudo la mentira de Néstor Kirchner, quien sostenía que los fondos no estaban en Suiza.

A propósito, la famosa expresión de Kirchner de que «todo, todo el dinero está en el país» fue dicha en setiembre del 2007 ante una radio de Buenos Aires. Ahora, a la pregunta de cómo se gestó el regreso de los fondos, Peralta dice en la entrevista: «Empezamos a hablar con Néstor el año pasado, en setiembre. Hubo tanta polémica… pero nosotros no perdimos tiempo. Sancionamos leyes en la Legislatura, el dinero quedó bancarizado y las dudas se despejan en el extracto de la cuenta corriente».

El gobernador asegura que no tiene previsto usar el dinero «en lo inmediato». Pero que el regreso de los fondos pondrá a la Provincia en el camino de la «industrialización». Los santacruceños saben de las graves dificultades de caja que afronta el Estado. Más allá de que Peralte jure que no dará un manotazo a esos fondos como en mínima parte hizo ya para sueldos, la tentación será grande. Sobre la «ingeniería bastante complicada» para repatriar los millones, apenas agregó: «Participó también el Banco Central siguiendo el ruteo del dinero, y las más altas autoridades del Nación. Vamos a analizar con ellos la semana que viene las distintas alternativas financieras, y a partir de ahí resolver qué guardamos a plazo fijo, qué monetizamos en cuentas a la vista».

«El administrador que manejó el fideicomiso hizo lo que pensaba que daba mas seguridad. A mí no me parecía mal cómo estaba manejado. Siempre con la administración en el país, por eso no va la palabra repatriación, fue administrado por un banco (el Santa Cruz) del cual la provincia tiene 49% de las acciones. En esta etapa, el Nación es el único que tiene espaldas para el volumen del que hablamos. Entre las herramientas imagino el leasing, que podamos compartir con municipios, con una tasa preferencial con el Banco. Trataremos de generar polos de desarrollo para industrializar la provincia».

-¿Podrían parte de esos fondos volver a ser depositados en cuentas en el exterior?, le preguntó el diario. Respondió: «No me parece por el momento. Estamos en condiciones de utilizarlos».

¿De cuánto dinero hablamos? Peralta no supo decirlo. Dijo que no podía dar el monto actual de los fondos y que se basaba en el último balance de diciembre del 2006, que fue de u$s 520 millones. Aunque por deducciones por el pago de salarios, sería de u$s 480 millones. «No quiero que se diga que el gobernador es un improvisado. Hay que esperar el informe oficial (…) Hay cierres de títulos, bonos del Tesoro de EE. UU., BODEN y cuatro fideicomisos, además del dinero en efectivo en el Credit Suisse». Como se recordará, fueron 630 millones de dólares los que recibió Santa Cruz en 1993 por una deuda de regalías mal liquidadas por la Nación.

 

«Una fábula»

 

Finalmente, otra respuesta confusa a una grave sospecha:

¿Está asociada la decisión de traer los fondos a aclarar la compra de YPF por el grupo Eskenazi?

-«Absolutamente para nada. Clarín hizo una investigación sobre la compra de YPF que me pareció muy bien, pero la oposición dijo que se habían tomado fondos para garantizar la operación. Una fábula». Ocurre, sin embargo que «Clarín» en su informe publicado el 16 de marzo dio a conocer «documentos presentados ante las autoridades financieras de Estados Unidos que muestran que el grupo argentino Petersen tomó un crédito de 71,5 millones de dólares garantizado con fondos que mantiene en el banco Credit Suisse para dotar de capital a una subsidiaria australiana que compró el mes pasado una parte de la petrolera YPF.

La existencia del crédito, otorgado por la financiera suiza Chervil Capital Invest , y de la garantía, no habían sido informados cuando Repsol anunció el 21 de febrero el ingreso de la familia Eskenazi, propietaria de Petersen, en el capital de YPF».

Semanas antes, «Río Negro», en el artículo titulado «los puntos oscuros de la compraventa de YPF», advirtió la posibilidad de que el crédito concedido Petersen Energía SA (la empresa de capital irrisorio de Eskenazi que aparece como compradora de YPF) esté vinculado con los fondos de la provincia de Santa Cruz depositados en el Crédit Suisse. Todo prácticamente fue confirmándose: Peralta admitió que en el Credit Suisse de Suiza estaban los fondos santacruceños, en una operación administrada por el banco Santa Cruz (que maneja Eskenazi). También está probado que el Credit Suisse fue agente crediticio para el préstamo a Petersen para la compra. Un círculo llamativo.


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