El CPEM 51 vuelve al sitio que destruyó el incendio en Cutral Co

CUTRAL CO (ACC) – Desde hoy, los alumnos y docentes del incendiado Centro Provincial de Enseñanza Media Nº 51 empezarán a hacer uso de todo el ala que debió ser reconstruido tras el siniestro del verano último.

De igual modo, se mantiene el reclamo para la colocación de los paneles protectores en las ventanas y el cerco perimetral.

Las obras de reconstrucción del CPEM Nº 51 concluyeron y a partir de hoy pueden ser utilizadas por los estudiantes y el cuerpo docente. Así lo informó ayer a «Río Negro» la directora Nancy Walker, después que se finalizaran y se habilitaran las instalaciones que debieron ser edificadas a nuevas tras el siniestro.

«El problema sigue siendo el de la seguridad porque en todo el sector nuevo no fueron colocados los paneles protectores en las ventanas, por lo que no podemos trasladar los elementos allí porque estaríamos como antes», graficó la directora.

El edificio cuenta con la alarma y servicio de vigilancia pero las mallas metálicas protectoras en las ventanas son un elemento más para brindar seguridad y evitar la rotura de los vidrios, por ejemplo.

Walker indicó que otro pedido a las autoridades provinciales de Educación y que quedó pendiente fue la construcción del cerco perimetral del edificio. De este modo no se permitiría la circulación de vecinos por el patio del establecimiento para tomar «atajos» hacia otros puntos de la ciudad.

Las obras de refacción demandaron un presupuesto de 350.000 pesos e incluyeron la ejecución del salón de usos múltiples, los sectores destinados a la biblioteca, a la asesoría pedagógica, la secretaría y dirección, además del hall de ingreso al edificio.

 

Incendio intencional

 

El siniestro que luego los peritajes determinaron que había sido intencional y que acabó con un amplio sector de esta escuela de enseñanza media instalada en el barrio Pueblo Nuevo desde 1993, se produjo el domingo 25 de enero pasado. A pesar de los denodados esfuerzos de parte de los bomberos voluntarios, los vecinos y algunos docentes que se acercaron durante esa madrugada, no se pudo evitar la destrucción total del sector afectado.

Entre ellos, la biblioteca con más de 5.000 ejemplares que fueron consumidos por las llamas. «Recibimos también el material didáctico y los muebles que se nos quemaron, por lo que estamos en condiciones de mudarnos para trabajar en la parte recién hecha», sostuvo la directora.

El voraz incendio obligó a dilatar por algún tiempo el inicio del ciclo lectivo y aunque las aulas no se vieron afectadas por las llamas, sí todo el sector administrativo, por lo que se debieron adecuar algunas aulas para permitir el dictado de las clases. Desde entonces tanto los docentes como los estudiantes desarrollaban las actividades en un área acotada del edificio.


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