El cuarto parcial promete ser decisivo

CHOELE CHOEL (Daniel Vila, enviado especial) – El cuarto parcial de la Regata del Río Negro se desarrollará hoy a partir de las 8.30 y unirá el balneario de esta ciudad con el establecimiento agropecuario «Don Armando».

Serán casi cuatro horas de marcha para las primeras embarcaciones y un esfuerzo algo mayor para aquellos participantes que integran los diferentes pelotones.

De no mediar contratiempos físicos o problemas con las embarcaciones será muy difícil que haya novedades en la punta de la clasificación general en K-2 seniors, juniors y maxi donde Néstor Pinta-Martín Mozzicafredo, Juan Bergero-Joaquín Siriscevic y Juan Labrín-Omar Linares están consolidados.

La ventaja que han establecido en los tres primeros tramos les permitirá regular la marcha y controlar cualquier intento de escapada de quienes los persiguen.

Pero se espera un vibrante duelo por el resto de las posiciones. En mayores los españoles Albert Cormines Bertrant y Luis González de Paz intentarán dar otro zarpazo y seguir escalando posiciones tal como lo hicieron al arribar a esta ciudad.

Sin embargo, los neuquinos Pedro Brissio-Rodrigo Figueroa y Cristian Wilson-Mario Rosas tratarán de impedirlo para que los catalanes no puedan descontar el minuto de diferencia que los separa.

Una dura batalla se producirá en los botes simples. Fernando Milla tendrá que hacer un planteo inteligente para mantener la ventaja que tiene sobre Ariel Basualto, Marcelo D`Ambrosio y Gastón Pérez. Son casi dos minutos entre el primero y el cuarto, pero la agotadora etapa que deberán afrontar todavía no le da tranquilidad.

En veteranos el roquense Rubén Salazar levantó su producción y tratará de seguir al danés Svening Jorgensen, líder con un diferencia de 1m. 13s.

Desde ayer todos los palistas están rogando que no se repita el intenso calor de las últimas jornadas. Cerca del mediodía estarán en plena definición de la etapa, con las reservas físicas al límite, y la alta temperatura se hace sentir.

Luego del exigente parcial los palistas almorzarán en ese lugar los tradicionales pollos a la parrilla y después se viajarán hasta General Conesa donde se levantará el campamento base.

En la localidad conesina la parte más difícil de la travesía será historia. Algunos estarán felices y otros con bronca, pero todos se prepararán para afrontar los últimos parciales de la travesía.

Año tras año, a esa altura de la Regata los palistas tienen un sólo objetivo: llegar a Viedma.

Un olvido que está provocando un inmenso dolor

Molesto y con un dolor evidente, aunque no sea físico, se lo ve cada día al viedmense Omar Linares.

El «Negro» está cumpliendo una destacada labor en la división de los veteranos junto a Juan de la Cruz Labrín, pero hay algo que no le permite disfrutar plenamente el presente.

«No puede ser que se hayan olvidado», repitió muchas veces.

La bronca nació en Neuquén, porque los organizadores de la prueba no realizaron ningún homenaje en memoria de José Luis Marello y María Gabriela Cassano. Los palistas fallecieron hace casi un año en un accidente automovilístico y varios son los que participan en esta prueba en reconocimiento a la tarea desarrollada durante años por ambos jóvenes de Viedma y Patagones.

«Ni un minuto de silencio, como no se les ocurrió algo así. Antes de salir de Neuquén, cuando ya estábamos en el agua, alcancé a hablar con los dirigentes, pero no hicieron nada. Eso me duele porque los chicos hicieron mucho por esta regata», expresó Linares recordando a Marello y Cassano.

Algo similar vive Ana Navarro, quien volvió a la competencia como un homenaje a su ex compañera.

El pasado lunes arribó al final de la tercera etapa con algunos problemas y recurrió a una consulta médica para comprobar su estado. Por suerte sólo fue producto del exigente esfuerzo y ayer se la vio recuperada.

La palista indicó que «ni loca me bajan del bote», porque su consigna es terminar una edición más de la Regata del Río Negro, la más especial de su dilatada carrera.