El “Depo” logró darlo vuelta en el complemento

Venció a Estudiantes con gran actuación en el segundo tiempo.

SANTA ROSA (Alfredo Celani, enviado especial).- Roca cambió a tiempo para reecontrar su imagen y para demostrar porqué es el líder absoluto de la zona Sur del Torneo Nacional de Ascenso de básquet. Jugó un excelente segundo tiempo y así justificó la victoria por 69 a 51 (18-27) frente a un entusiasta adversario que fue Estudiantes, en la fecha número 13 del certamen.

En el complemento Roca fue otro equipo. Mejor dicho, fue el que juega habitualmente, porque sus dos primeros cuartos resultaron “de terror”, con una calificación reprobable para todos, sin excepción.

Seguramente el “sermón” de Mario Spada en el entretiempo haya tenido que ver en el notorio y brusco cambio que se produjo en el encuentro, porque lo que la visita jugó en los primeros veinte minutos fue casi un bochorno, más allá de que apenas le anotaron 27 puntos. Lo casi inexplicable fueron sus funcionamientos con la pelota en poder, con una falta evidente de sincronización y una elección inadecuada de los lanzamientos. Basta con decir que sus porcentajes en ese primer tiempo no llegaron al 30 por ciento.

Por suerte el complemento fue otro. A partir de una notable labor de Sureda. Como si el termómetro estuviera en la mitad de cancha el equipo comenzó a funcionar de una manera distinta a lo anterior. Precisamente el base encestó un triple y dos dobles y puso al equipo en partido. Llegarían luego los triples de Aguilar (hizo cuatro), mejoró mucho Castelli y Gregory recién sobre el final edificó mejor su casillero, que venía siendo muy magro.

A esa altura Estudiantes ya no podía jugar de igual a igual. Ni siquiera Gilardi, que había sido lo mejorcito del primer tiempo.

Cuando Roca pasó decididamente al frente al arrancar el último cuarto el destino del partido parecía ser irremediable para el dueño de casa.

En definitiva en veinte minutos pudo Roca pasear por el gimnasio del club pampeano su estampa de equipo líder. Menos mal que lo hizo porque si no su imagen hubiese quedado desteñida. Pero que le sirva de lección que, tal como lo decía al final del partido Martiano Aguilar, no se puede regalar tanto y menos todo un primer tiempo, porque en otras circunstancias y con rivales de parecida envergadura a las suyas vaya a saber lo que hubiese sucedido. La nota extra deportiva y saliente de la noche se vio cuando los jugadores regresaban de los vestuarios para comenzar a jugar el segundo tiempo.

Allí hubo un cruce duro de palabras entre José Chaila y Andrés del Sol que terminó con golpes de puño. Por suerte, llegaron rápidamente otros jugadores y tranquilizaron las aguas. Una vergüenza. sin embargo ninguna autoridad del juego lo vio y no hubo sanción.


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