El «Depo» no se apiadó de San Martín

enos de diez minutos, genera constantemente situaciones en el arco de enfrente y tiene en el mediocampo un jugador «distinto», de esos que no abundan, de esos que con un pase puede desairar a cualquier defensa, todo es mucho más fácil. Eso fue lo que le pasó a Deportivo Roca ayer ante San Martín, que llegó con la «chapa» de haberle ganado al líder Argentinos en la jornada anterior, y como visitante.

Con Atilio Scopel manejando los hilos en la mitad de la cancha y abriendo el juego para los costados con su zurda precisa, elaboró el lapidario 9 a 1 sobre San Martín, un resultado que no es más que el reflejo de lo que mostró uno y otro.

El partido se correspondió a la penúltima fecha de la fase clasificatoria del torneo «Don Marcos Lafita», que organiza la Liga Deportiva Confluencia.

Si bien el local comenzó con más vocación ofensiva, lo que en definitiva le sirvió para ponerse 2-0 (Iglesias y Padua, de penal) cuando corrían recién ocho minutos, San Martín llegó a inquietar por momentos a la defensa naranja. Y en la primera acción de alto riesgo en el área naranja achicó la brecha con un penal de Jara.

A partir de ahí, todo fue del local. Scopel se paró como volante central para llevar la pelota desde atrás y se asoció con Astigarraga en el medio y Pizzio un poco más adelante. Entre ellos estuvo lo mejor de la tarde.

Cada vez que el «Depo» llegaba con pelota dominada, la defensa visitante se desordenaba y dejaba espacios libres para la entrada de los laterales.

Todo parecía tan simple como vistoso. El local sumaba gente al ataque y obligaba a San Martín a resguardarse en su campo y tratar de sacar alguna contra para Di Lauro o Pérez.

La «joyita» estuvo a cargo de Pizzio, quien tras una corrida por el sector izquierdo tocó por sobre el arquero y establece el 3-1.

Lo del segundo tiempo todo de color naranja. San Martín no encontró el camino al arco de Contreras por ningún lado.

Con toques, jugadas preparadas y aprovechando el desorden de la última línea de los «celestes» comenzaron a llegar, uno tras otro los goles de Gutiérrez, Conte, Scopel, los dos de Silva y el último de Vianna que redondearon el resultado.