El deporte contiene a los chicos en los barrios
Los CEF de Neuquén juegan un rol clave. En la provincia hay 16, tres en la capital. El de Valentina Sur tiene colmada su capacidad.
Neuquén
Matías Subat
Matías Subat
En el CEF 1 la realidad, con 3.500 usuarios, es diferente a la de los barrios.
NEUQUÉN (AN).- Eran muchachitos de unos 14 o 15 años. En grupo, reían y fumaban un “porro”. El reto cayó como una ola de palabras. Y los golpeó. “Se quedan sin fútbol durante una semana”. Los chicos bajaron la frente. Partieron. Uno de los docentes del Centro de Educación Física (CEF) 13 del barrio Valentina Sur entendió que era la mejor formar de marcar límites, algo tan difícil de hacer en los barrios con mayor desigualdad de la capital. En el CEF 13 como en el 1 de calle Roca y en el 4 del barrio Belgrano, las realidades se cruzan casi con dureza. Pero en el primero se ven las problemáticas con mayor acento. De lunes a viernes, desde que sale el sol hasta que desaparece, cientos de jóvenes y no tan jóvenes desarrollan diferentes deportes. Fútbol y handbol, vóley y gimnasia, natación, básquet y atletismo, boxeo y taekwondo. Son unas 588 personas de entre 5 y 90 años, y otras 300 que están en lista de espera. Es que en Valentina Sur, como en tantos barrios de Neuquén, lo que falta es infraestructura. Para educar, para el deporte, para la contención. En ese sector del este capitalino viven unos 25.000 vecinos y para hacer deportes sólo existe el CEF, un playón deportivo que apenas es un pedazo de cemento, y no mucho más. “En nuestro gimnasio recibimos chicos de las dos Valentinas, de San Lorenzo, de balsa Las Perlas, con realidades diferentes. Hay un sector de la población que es muy carenciado y hay muchos petroleros, hay zonas muy humildes y country. Pero estamos alejados del centro, y eso pesa”, dice el director Edgardo Gómez. Trabajan en red social con la vecinal, el centro de salud, de abordaje familiar y varias organizaciones no gubernamentales. Buscan ser un lugar de contención y esparcimiento, aún sabiendo que muchas veces el trabajo es realmente pesado. “Intentamos que el deporte sea un camino hacia otra vida para muchos jóvenes. Aquí hay un 10% de los chicos que se drogan y están en banditas, pero ellos también participan. Sabemos que con una hora por día de actividad no alcanza para borrar las otras 23 de mala vida, pero intentamos sumar”. Se le planteó que es un una tarea muy complicada. “Es cierto que llegan chicos de familias muy conflictuadas, con padres golpeadores, madres que los abandonaron, que se drogan o son golpeadas. Pero en el CEF cambian, aceptan las reglas, entienden los límites y se identifican mucho con el lugar” dijo. El CEF 1 está a diez cuadras del centro, es el primero que se inauguró en la provincia (hay 16), en 1969, y el más grande de la Patagonia. Tiene tres gimnasios, un enorme predio, pista de atletismo, pileta de natación y nada menos que 3.500 usuarios únicos (a eso se suman muchas escuelas y colegios, y asociaciones que usan sus instalaciones). Trabaja con una realidad diferente a la de Valentina. “Es un semillero de deportistas”, elogió su directora, Stella Maris Pardini.
Un 10% de chicos que llegan al 13 de Valentina Sur se droga. “Pero aquí cambian, aceptan las reglas”, dijo el director del centro.
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