El deporte zonal llora la muerte de Buracioc González

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El ‘Profe’ y su pasión: entrenar deportistas de cualquier edad a orillas del Canal Grande.

–Profe, afloje un poco… –No me robe abdominales, pibe, que después en la cancha me lo va a agradecer. El diálogo no tiene tiempo ni lugar, aunque si un protagonista único e irremplazable. Pudo haber sido en un entrenamiento de fútbol o de rugby, en una plaza oriental o a orillas del Canal Grande. En Montevideo o en cualquier cancha de la región. Para Pedro Buracioc González el esfuerzo no era negociable. El trabajo y el compromiso siempre fueron máximas en una vida siempre alejada de los lujos. El dinero nunca fue algo importante para él, fue apenas un medio para tener “lo mínimo e indispensable para vivir”, como le dijo en alguna oportunidad a este cronista antes de despedirse subido a su entrañable Fiat 600. El Profe ha dejado de existir. Su vida se apagó el miércoles por la noche luego de darle batalla a una larga enfermedad. El golpe fue duro para un sinfín de deportistas que dejaron en sus manos, la preparación física para afrontar las más exigentes competencias. Buracioc González es uno de los responsables de la que fue quizás la victoria más recordada en la historia de Deportivo Roca: el triunfo ante Racing en la cancha de Vélez por 3-1, durante el Nacional de 1982. Antes de aquella noche de Liniers, el Depo se había quedado sin técnico en la semana previa al partido. Don Pedro, que era el preparador físico de aquel equipo que hizo historia, fue uno de los responsables de la hazaña. Ya lejos del profesionalismo, cada vez que alguien requería de los servicios de este montevideano hincha de Rampla Juniors, la respuesta siempre era la misma. Buracioc González era un apasionado de su trabajo y no siempre (o casi nunca) recibía remuneración alguna por sus servicios. La calidad humana, la rectitud y el compromiso permanente, lo transformaron en un personaje único y querido. Gracias por todo profe, buen viaje y hasta pronto (W.R)

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